En 1960, un reconocido académico británico llamado John Marco Allegro arruinó por completo su carrera. ¿La razón? El filólogo aseguró que Jesús nunca fue un ser humano, si no que era un hongo alucinógeno.
Para muchas personas lo que está escrito en la Biblia es 100% real, con sus enseñanzas tomadas de forma literal. Mientras que para otros estudiosos, las parábolas del “texto sagrado” son alegorías que deben ser interpretadas para entender el mensaje divino de dios.
Tomando este segundo punto de vista, muchos se han cuestionado si Jesús realmente existió o si en realidad no era más que un personaje ficticio que representaba una narrativa que buscaba mantener las viejas tradiciones religiosas vivas. Después de todo, en la mayoría de las religiones existen deidades que han logrado resucitar.
John Allegro se cuestionó esto, y acá te explicamos cómo llegó a la conclusión de que Jesús era en realidad una alegoría para hablar de hongos alucinógenos.
¿Jesús era un hongo alucinógeno?
Según reportó IFLScience, un grupo de sacerdotes Bedouin descubrieron una colección de jarros que contenían antiguos documentos en medio del Desierto de Judea. Estos textos, conocidos como los Pergaminos del Mar Muerto, impactaron fuertemente a las creencias del Judaísmo y la Cristiandad. Y Allegro, fue uno de los primeros académicos en tener el privilegio de poder descifrarlos.
En 1955, Allegro pidió que enviarán el Pergamino de Cobre, el más grande de los antiguos textos, a la Universidad de Manchester en el Reino Unido, para que fuera cortado y analizado.
Allegro y sus colegas trataron de interpretar los documentos. Tras años de investigación, los textos resultantes del análisis fueron finalmente publicados y Allegro escribió dos libros más al respecto en 1958, los que siguen siendo sumamente influyentes.
Sin embargo, en 1970, el experto publicó un nuevo libro llamado “El hongo Sagrado y la Cruz”, para posteriormente publicar “Los Pergaminos del Mar Muerto y el Mito Cristiano” en 1979. Los libros detallaban la teoría de Allegro, quien aseguraba que la Cristiandad era una fachada para un culto sexual críptico, formado por personas bajo la influencia del hongo Amanita Muscaria.
Desde este punto de vista, Jesús no era más que una metáfora para describir los efectos provocados por el poderoso alucinógeno. A través del empleo de la etimología, Allegro afirmó que los primeros cristianos eran esenios, un antiguo culto judío, que escribieron sus prácticas chamanísticas a través de los textos del Nuevo Testamento que pasaron a transformarse en los Pergaminos del Mar Muerto.
Al interpretar los textos, Allegro nunca encontró el nombre de Jesús, sino que solo historias de gente alucinando bajo los efectos de la poderosa Amanita Muscaria. Su interpretación de estos “textos sagrados” causó revuelo, sepultando su carrera en medio de polémicos ataques provocados por fanáticos religiosos.
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