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La llanura de las vasijas o jarras megalíticas en Laos es uno de los sitios arqueológicos más intrigantes del Sudeste Asiático. Pero un nuevo descubrimiento detalla que la antigüedad de los frascos es mucho más ancestral de lo que se pensaba.
El páramo se extiende a lo largo de la meseta de Xiangkhoang y está compuesta por más de 100 sitios que contienen cientos de jarras.
Las tinajas están talladas en piedra y miden entre 1 a 3 metros de altura, además estiman que pesa hasta 20 toneladas,
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El propósito de su creación ha sido un constante debate por la comunidad científica, ya que algunos sugieren que pueden haber almacenado agua o alcohol, mientras que la presencia de restos humanos implica que albergaron rituales de cremación y/o entierros.
Un equipo de arqueólogos de la Universidad Nacional de Australia, comenzó una excavación a principios de 2020 donde tomaron muestras del sedimento ubicado debajo de los frascos, luego los analizaron mediante luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), una técnica que puede determinar cuánto tiempo ha pasado desde que los granos de tierra estuvieron expuestos al sol.
El análisis indicó que las vasijas habían sido puestas desde 1240 hasta 660 a.C. y no en la Edad de Hierro como se pensaba en un comienzo
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“Con estos nuevos datos y fechas de radiocarbono obtenidas para material esquelético y carbón de otros contextos de entierro, ahora sabemos que estos sitios han mantenido un significado ritual perdurable desde el período de su colocación inicial de jarras en tiempos históricos”, indicó la Dra. Louise Shewan, co- investigador principal del estudio.
Además, el equipo también utilizó un proceso llamado datación U-Pb de circón detrítico para determinar de dónde procedían originalmente los frascos y estimaron que provinieron de una cantera a unos 8 km de distancia.
Los científicos planean continuar estudiando los frascos, ya que ahora sigue siendo un misterio cómo se trasladaron “de la cantera al sitio”.
La investigación fue publicada en la revista PLOS One.
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