(CNN) – La disputa sobre si los dinosaurios eran de sangre caliente, como las aves y los mamíferos, o de sangre fría, como los reptiles, ha sido durante mucho tiempo un tema candente en la paleontología. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Current Biology ha arrojado nueva luz sobre este enigma prehistórico.
Contrariamente a la noción prevaleciente de que todos los dinosaurios eran criaturas lentas y torpes que dependían del sol para regular su temperatura corporal, la investigación realizada a lo largo de las últimas tres décadas ha sugerido que algunos podrían haber sido más similares a las aves, con plumas y posiblemente la capacidad de generar calor interno.
Expertos aseguran que los dinosaurios se hubieran extinto incluso sin la necesidad de un meteorito
El estudio, basado en fósiles de 1,000 especies de dinosaurios e información paleoclimática, propone que tres grupos principales de dinosaurios se adaptaron de manera diferente a los cambios de temperatura a lo largo de la era de los dinosaurios.
Dos de estos grupos, los dinosaurios terópodos carnívoros (como el T. rex) y los dinosaurios ornitisquios herbívoros (como el Triceratops), parecen haber desarrollado la capacidad de regular su temperatura corporal durante el período Jurásico temprano, hace unos 180 millones de años. Esta adaptación les permitió expandirse hacia climas más fríos y ser notoriamente adaptables en una variedad de entornos.
Por otro lado, los saurópodos herbívoros (como el Brontosaurio y el Diplodocus) parecen haber permanecido en regiones más cálidas y de menor latitud. La investigación sugiere que su tamaño masivo habría hecho que la regulación de la temperatura interna fuera insostenible, y su hábitat preferido estaba más en consonancia con la sangre fría.
Hallan un raro fósil de piel de reptil de 130 millones de año
El modelo propuesto por los investigadores sugiere que los primeros dinosaurios eran más similares a los reptiles y de sangre fría. Sin embargo, un evento de calentamiento global hace 180 millones de años, conocido como el Evento Jenkyns, pudo haber sido el desencadenante para la evolución de la capacidad de generar calor interno en algunos grupos de dinosaurios.
Si bien este estudio proporciona una perspectiva intrigante sobre la fisiología y la biogeografía de los dinosaurios, los investigadores señalan que la aparición de nuevos fósiles o información climática podría alterar nuestra comprensión actual. No obstante, este trabajo representa un paso importante hacia la comprensión de cómo vivían y se adaptaban estas fascinantes criaturas prehistóricas.
Deja tu comentario