Estudio asegura que los humanos somos capaces de comunicarnos con los primates

Los primates son una especie que siempre ha despertado el interés científicos. Y es que, al observarlos, es imposible no hacer un paralelo directo con nosotros. Después de todo, descendemos directamente de los homínidos, una especie estrechamente relacionada con los simios del planeta. 

Ahora, un estudio afirma que quizá seguimos manteniendo una relación especial con nuestros parientes. Y aunque si bien no podemos mantener una conversación con ellos, nuestra habilidad de entendernos sería mucho más profunda de lo que previamente creíamos. 

Una conexión especial con los primates

Según reportó The Guardian, un grupo de investigadores descubrió  que los adultos humanos pueden diferenciar los gestos de los chimpancés y bonobos, a pesar de no utilizar los mismos gestos.

“Al parecer esta es una habilidad que permaneció en nuestra especie, al igual que en otros primates“, aseguró Kirsty Graham, académica de la Universidad de St. Andres, Escocia, y autora del estudio que reveló esta particular conexión.

Graham junto a sus colaboradores, aseguró que la comunicación intencional; es decir en la que un individuo se expresa frente a otro, es una herramienta humana raramente vista en otras especies.

En esa línea, y debido a que es poco posible que la comunicación intencional apareciera en la humanidad repentinamente en un salto genético reciente, es probable que una forma menos sofisticada de esta fuera usada por nuestros ancestros. 

Y al parecer, es por esto que las especies de primates modernas se comunican a través de gestos para alcanzar sus objetivos. Esta nueva investigación demuestra que los humanos adultos cuentan con un nivel de comprensión sorprendente frente a estos mismos gestos. 

El resultado surgió cuando Graham analizó datos de 5.656 participantes, quienes jugaron un juego virtual en donde debían identificar los gestos de chimpancés y bonobos de 20 videos. Entre estas formas de expresión se encontraban “acicálame”, “dame comida” y “tengamos sexo”. 

Los hallazgos demostraron que los participantes lograron entender los gestos en 57% de las ocasiones cuando se les entregaba contexto y 52% cuando no. Una habilidad humana oculta que nos sigue enlazando con nuestros parientes más cercanos.