Hospital británico da la bienvenida al primer perro de asistencia en la sala de partos: Un apoyo emocional invaluable

En un evento sin precedentes, el hospital de la Universidad de Milton Keynes, en Reino Unido, ha permitido la presencia de un perro de asistencia en la sala de partos. Se trata de una bull terrier de Staffordshire llamada Belle, quien acompañó a su dueña, Amee Tompkins, durante su trabajo de parto.

Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar un apoyo emocional adicional y mejorar la experiencia de las madres durante el proceso de dar a luz.

Amee Tompkins, quien tiene autismo y ha lidiado con la ansiedad durante mucho tiempo, reveló a la BBC que antes de esta experiencia, no había salido de su casa durante meses, incluso para actividades cotidianas como ir de compras o visitar al médico. Sin embargo, Belle estuvo presente en cada etapa de su embarazo.

Crédito: Amee Tomkins

La decisión de permitir el ingreso de Belle a la sala de partos fue sugerida por una partera que observó el beneficio que la perra brindó a su cuidadora durante el embarazo.

Previo a su ingreso, Belle pasó por una evaluación de riesgos para garantizar que pudiera manejar el entorno ocupado de la sala de partos y reaccionar adecuadamente al dolor de su dueña. Los resultados demostraron que podía hacer frente a la situación, lo que permitió su acceso. Además, se implementaron medidas de limpieza adicionales y se tomaron precauciones para garantizar la seguridad de todos los presentes.

Belle desempeñó un papel fundamental al brindar apoyo emocional a su humana, ya que cuando detectaba que estaba estresada o experimentaba dolor, se acostaba a su lado, brindándole consuelo y alivio. Esto proporcionó una distracción positiva durante el proceso de parto y nacimiento de su hijo Olly.

Tompkins detalló que también espera que esta situación ayude a cambiar las percepciones negativas sobre la raza de su perrita, una bull terrier.

Crédito: Amee Tomkins

Este evento marcó un hito en la humanización de los servicios de atención médica, demostrando el valor terapéutico y emocional que pueden aportar los animales de asistencia en entornos clínicos. Se espera que esta experiencia abra el camino para futuras iniciativas similares, brindando un apoyo adicional a las madres durante el proceso de parto y mejorando su bienestar general.