Hace 2.000 años, los ingenieros hidráulicos romanos poseían un eficiente programa de mantención de acueductos, o por lo menos así lo afirma un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Oxford.
Los investigadores descubrieron que las estructuras del antiguo acueducto romano de Divona, localizado en el actual país de Francia, poseía huellas de mantención y restos de cal en las paredes y el suelo.
“Creemos que la investigación de carbonato de cada acueducto de cada ciudad antigua tiene su propia micro-historia en la historia más grande de la vida romana, esperando ser revelada”, sostuvo en un comunicado el Dr. Gül Sürmelihindi, líder de la investigación.
Según la investigación publicada en la revista Nature, la limpieza de la estructura se hacía cada uno a cinco años y funcionó entre principios del siglo I d.C. hasta el siglo IV o principios del V d.C. El mantenimiento regular continuó, hasta los últimos años del acueducto (aunque con menor regularidad).
De acuerdo a los científicos, la mantención puede ayudar a revelar algo sobre la economía local y la estabilidad política y “puede tomarse como evidencia de una organización bien estructurada de una ciudad antigua, mientras que un mantenimiento menos regular (…) indica estrés socioeconómico”.
The Roman Empire left a remarkable legacy, and among their most notable and impressive achievements were the aqueducts. These structures played a vital role in bringing water to communities and cities throughout the empire. pic.twitter.com/taUiztSWNT
— Tansu YEĞEN (@TansuYegen) April 9, 2023
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