Desde hace años, la Isla de Kauai, en Hawái, es famosa por su gran población de pollos salvajes. Así lo consignó el periodista Tove Danovich en su libro Bajo la influencia de las gallinas: El mundo de las gallinas de traspatio y la gente que las quiere.
Esta isla es considerada una de las más hermosas de Hawái y se le denomina “la isla jardín”. También ha sido la locación para el rodaje de varias películas y series famosas como Jurassic Park, King Kong y Lost.
Ahora es común, y un atractivo turístico más de la isla, ver a las gallinas y gallos salvajes caminar libres por los jardines y playas, e incluso cantar todo el día.
En Kauai existen tiendas de recuerdos dedicadas a estas aves, donde pueden encontrarse camisetas y gorras con consignas como “Kauai dawn patrol” (Kauai fuera de control).
Sin embargo, no todos están felices con ellas. Para los lugareños de la isla constituyen una plaga, ya que cultivar algún tipo de alimento en sus patios es imposible. Estas aves están constantemente picoteando y arruinando los patios de los residentes de la isla.
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No son las típicas gallinas
Estos gallos y gallinas son descendientes de pájaros que fueron llevados a la isla durante siglos, y ahora son salvajes y sobreviven por si solos.
La mezcla fue entre las aves silvestre rojas de la jungla llevadas por los colonos polinesios a la isla y los pollos domesticados que tenían los colonizadores europeos, según el biólogo Eben Gering en el libro de Danovich.
Pero no fue hasta las décadas de los ’80 y ’90 que, tras dos devastadores huracanes, se cruzaron debido a que se destruyeron los gallineros de los pollos domésticos y quedaron sueltos.
¿Cómo son estás aves? Se transformaron en criaturas ridículamente resistentes que, en ocasiones, pueden reproducirse durante todo el año y prosperar cerca de los humanos.
El biólogo también advirtió que, si bien las gallinas no son las aves más inteligentes, aun así son más inteligentes de lo que la gente cree.
Las gallinas van ganando
Autoridades de la isla han buscado formas de frenar a la población de pollos. Por ejemplo, el año pasado, los funcionarios de Oahu gastaron US$ 7.000 en poner trampas en toda la isla.
Finalmente, solo lograron capturar 67 pollos, es decir, terminaron pagando más de US$ 100 por ave capturada.
Sin duda, la situación es difícil. Pero al fin y al cabo, los gallos y las gallinas solo quieren vivir sus vidas desordenadas, mientras los humanos habitamos en su mundo.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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