(CNN) – La piel fosilizada más antigua conocida del mundo pertenecía a una especie de reptil que vivió antes de que los dinosaurios vagaran por la Tierra, según ha descubierto un nuevo estudio.
El fragmento de piel de reptil fosilizada fue encontrado en una cueva de piedra caliza en Oklahoma, Estados Unidos, y es al menos 130 millones de años más antiguo que el fósil de piel más antiguo conocido hasta ahora.
Investigadores de la Universidad de Toronto Mississauga identificaron un fragmento de piel con una superficie de guijarros similar a la piel de cocodrilo, según un comunicado de prensa publicado el jueves.
Data de hace unos 289 millones de años y es la muestra más antigua conocida de epidermis conservada, que es la capa exterior de piel de reptiles, aves y mamíferos terrestres. La epidermis “fue una adaptación evolutiva importante en la transición a la vida en la tierra“, se lee en el comunicado.
“De vez en cuando tenemos una oportunidad excepcional de vislumbrar el tiempo profundo”, dijo en el comunicado el primer autor Ethan Mooney, estudiante de posgrado en paleontología de la Universidad de Toronto.
“Este tipo de descubrimientos realmente pueden enriquecer nuestra comprensión y percepción de estos animales pioneros”, añadió.
El coautor del estudio, Robert Reisz, profesor de biología en la Universidad de Toronto Mississauga que investiga la paleontología de vertebrados, dijo a CNN que es “muy raro” encontrar piel fosilizada “a pesar de que en realidad es el órgano más grande del cuerpo”.
“Se descompone muy fácilmente después de que el animal muere”, dijo Reisz, quien explicó que esta muestra se conservó debido a las características únicas del sistema de cuevas de piedra caliza de Richards Spur, donde se han encontrado muchos de los ejemplos más antiguos de los primeros animales terrestres.
“Las condiciones en la cueva eran realmente muy inusuales”, dijo Reisz a CNN, citando la química del sedimento arcilloso, el agua y la presencia de hidrocarburos.
Los animales que cayeron en el sistema de cuevas habrían sido enterrados en finos sedimentos de arcilla, lo que ralentizó la descomposición, y luego interactuaron con los hidrocarburos en el aceite que se filtró a través del sitio, preservando la piel. Según los investigadores, es probable que la cueva también fuera un ambiente sin oxígeno.
La muestra fue una de las miles donadas al equipo por el coleccionista aficionado Bill May en 2018, dijo Reisz a CNN. La mayoría de las muestras eran óseas y fácilmente reconocibles. Sin embargo, el fósil de piel “delicado” era único y medía alrededor de un cuarto de milímetro de grosor o menos.
El equipo encontró tejidos epidérmicos durante el examen microscópico del diminuto fósil de piel, que es más pequeño que una uña.
“Quedamos totalmente impactados por lo que vimos porque es completamente diferente a todo lo que hubiéramos esperado”, dijo Mooney. “Encontrar un fósil de piel tan antiguo es una oportunidad excepcional para mirar hacia el pasado y ver cómo pudo haber sido la piel de algunos de estos primeros animales”.
Animal parecido a un lagarto
Los investigadores dicen que la superficie de la piel con guijarros es similar a la piel de cocodrilo, y que las regiones articuladas entre las escamas son similares a las que se encuentran en las serpientes y los lagartos gusanos.
A pesar de estas características, a los investigadores no les es posible decir de qué animal o región del cuerpo proviene la muestra, porque el fósil no está asociado con ningún otro resto.
Pero Reisz le dijo a CNN que la piel habría pertenecido a “un pequeño animal que se parecía un poco a un lagarto”.
Y cree que la piel podría haber pertenecido a un pequeño reptil llamado Captorhinus, cuyos fósiles se han encontrado en el sistema de cuevas con mucha más frecuencia que cualquier otro animal similar.
Sin embargo, el hecho de que la muestra comparta algunas similitudes con los reptiles actuales muestra la importancia de la piel para los animales que viven en la tierra.
“La epidermis era una característica crítica para la supervivencia de los vertebrados en la tierra”, dijo Mooney. “Es una barrera crucial entre los procesos internos del cuerpo y el duro entorno exterior”.
Además, la muestra puede ser un ejemplo de una estructura de la piel que eventualmente evolucionó hasta convertirse en plumas de aves y folículos pilosos de mamíferos, según el comunicado.
El estudio fue publicado en la revista Current Biology.
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