Con una data superior a 5 mil años a. C., las momias Chinchorro son consideradas unas de las más antiguas del mundo. Con su característico color negro, esta tradición de venerar a los muertos es, incluso, dos mil años más antigua que los egipcios.
Como una forma de comprender aún más sobre esta cultura y sus ritos fúnebres, investigadores del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá se dedicaron analizar la distribución de manganeso en las tierras bajas de Arica.
Utilizando Microscopia electrónica de barrido con detector de rayos X (SEM/EDX) y difracción de rayos X (XRD) se dedicaron a determinar la concentración de este mineral en la costa y el valle de Lluta.
El resultado demuestra que estas áreas contienen, hasta hoy, abundantes fuentes de manganeso, demostrando así que esta importante cultura no requería viajar cientos de kilómetros hacia las tierras altas para su recolección.
Este mineral era refinado y se usaba como colorante negro para ornamentar los cuerpos de los difuntos durante el proceso de momificación.
“Este pigmento negro de manganeso fue central en la cosmovisión Chinchorro, destacan los autores, ya que estas antiguas poblaciones del Desierto de Atacama emplearon el manganeso de muy alta calidad por varios milenios”, explicó el doctor en antropología Física y líder de la investigación, Bernardo Arriaza.
“Esto aporta nuevos antecedentes respecto de los recursos de manganeso utilizado por los Chichorro, y los sectores de donde posiblemente extraían el material. Sin duda, son resultados que apoyan al conocimiento de los patrones de desplazamiento para la obtención de recursos minerales en dicha cultura”, dijo el director del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, doctor Martín Reich.
La investigación fue publicada en la revista Science Direct.
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