Editan su propio ARN: La extraña evolución de pulpos y calamares

Cuando creíamos que los pulpos no podían ser más raros, resulta que la familia de los cefalópodos evolucionan de forma muy diferente, en comparación a todos los otros organismos del planeta. 

En un sorprendente hallazgo, científicos descubrieron que los pulpos, calamares y jibias, editan a voluntad y rutinariamente sus propias secuencias de ARN (ácido ribonucleico). 

Un extraño fenómeno que difiere de la adaptación celular de los animales. Cuando un organismo cambia de forma notoria, normalmente comienza con una mutación genética – lo que redefine como un cambio en el ADN. 

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Dichos cambios entran en acción gracias al ARN – como si el ADN fuera la receta y la otra molécula fuera el chef que la prepara -, produciendo proteínas necesarias para que los organismos funcionen. 

Sin embargo, el ARN a veces improvisa, cambiando ciertas proteínas involucradas en los procesos celulares. Esto puede ajustar la información genética, sin la necesidad de gatillar una mutación. 

Si bien este método es difícil de encontrar en la naturaleza, los cefalópodos lo ocupan para su ventaja. En 2015, científicos descubrieron que el calamar común ha editado más del 60% del ARN de sus sistema nervioso, esencialmente cambiando la fisiología de su cerebro, presumiblemente para adaptarse a diferentes temperaturas oceánicas.

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El mismo equipo de investigadores en 2017 confirmó que 2 especies de pulpos y una de jibia hacen lo mismo regularmente. “Esto demuestra que altos niveles de edición de ARN no es exclusivo de los moluscos; sino que también es frecuentemente aplicada por los cefalópodos“, aseguró Joshua Rosenthal, coautor del estudio, a ScienceAlert. 

Los científicos están barajando la posibilidad de que este método de adaptación podría explicar por qué los pulpos son tan inteligentes. “La conclusión es que esta flexibilidad de edición de RNA, permite a los cefalópodos a adaptarse rápidamente a su entorno”, concluyó Rosenthal.