A principios de los ochenta apareció en los cines la película Entrenados para Matar, que trataba de un grupo de perros rottweilers adiestrado por el ejercito norteamericano para “matar sin piedad” a seres humanos. No es el único filme, ya han aparecido un sinfín de cintas en las que aparecen diversos perros y se les acuñan características, dependiendo de lo que se conoce como “raza”.
Pero, una investigación genética basada en una secuenciación del ADN de 2.155 animales mixtos y de raza pura concluyó que pensar de que la raza y el carácter están ligados es una visión más bien infundada.
De hecho, el concepto de raza ofrece solo un valor parcial de predicción para la mayor parte de los comportamientos, informa AFP, ya que no es posible determinar algún temperamento o rasgos de manera concreta.
Lee también: Científicos descubren que dingo australiano es diferente a perros y lobos a nivel genético
“Mientras la genética juega un rol en la personalidad de cualquier perro, su raza específica no es un buen indicador de dichos rasgos”,dijo Elinor Karlsson al medio de comunicación, quien es también la autora del estudio realizado por UMass Chan, el Instituto Broad y la Universidad de Harvard.
Esta información se combinó las respuestas a 18.385 propietarios de mascotas del Arca de Darwin, una iniciativa de datos abiertos donde los amos describen los rasgos y comportamientos de sus mascotas.
“No podemos preguntarle a los perros por sus problemas, pensamientos o ansiedades. Los perros tienen una rica vida emocional y experimentan desórdenes que se manifiestan en su comportamiento”, agregó.
Por ejemplo, los criterios que definen a un golden retriever son sus características físicas, como la forma de sus orejas, el color y calidad de su pelaje, su tamaño y no si es amistoso o no.
Por otro lado, entre estos comportamientos, la raza jugó un cierto rol, por ejemplo, los beagles y los bloodhounds tienden a aullar más, los border collies son más manejables, mientras los Shiba Inus lo son mucho menos. Pero siempre hay excepciones a la regla.
Lee también: Rescatan a una docena de cachorros siberianos que iban a ser comercializados en Santiago
Sumado a lo anterior, la investigadora principal, Kathleen Morrill, explicó que la comprensión de las relaciones entre raza y comportamiento puede ser el primer paso para entender los genes responsables de condiciones psiquiátricas en humanos, como los desórdenes obsesivos.
Deja tu comentario