Chaka, un pingüino de la especie Eudyptula minor, vivía tranquilo y feliz en el parque de aventuras Sea Life de Weymouth, en Inglaterra, cuando sus cuidadores notaron que sus aletas se tambaleaban un poco.
Preocupados por su salud y por saber qué estaba pasando, el equipo de investigadores decidió llevarlo rápidamente a un centro de animales para una resonancia magnética nuclear (RMN), que representa la primera a nivel mundial para esta especie.
Conocido también como pingüino enano o pingüino hada, esta especie es la más pequeña de su tipo y el escáner supone un avance que permitirá “empezar a recopilar datos sobre el cráneo y la estructura ósea”, aseguran desde el parque.
Chaka es parte de uno de los grupo de pingüinos más pequeños del mundo que miden alrededor de 25-35 centímetros de alto y pesan poco más de un kilo. El ave fue escaneada con éxito por el equipo veterinario y por fortuna los resultados de su resonancia magnética le dieron un “certificado de buena salud”.
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