Experto afirma que el Cáncer es la causa predominante de muerte en mascotas

Por años se creía que los animales no podían llegar a desarrollar algunas de las enfermedades de los seres humanos. Sin embargo, conforme a los avances de la Medicina Veterinaria, se ha identificado que los mamíferos comparten con el ser humano algunas patologías, entre ellas el cáncer. Desafortunadamente, perros y gatos no son una excepción.

En las últimas décadas, la conciencia sobre el cáncer en mascotas aumentó considerablemente y la detección temprana junto con el tratamiento adecuado son cruciales para garantizar la salud y el bienestar de ellos.

Rodrigo Maass, académico de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián (USS) enfatiza que, “el gran problema del cáncer es que es una enfermedad silenciosa, que suele ser asintomática. Hasta que aparece un tumor, recién ahí podemos percatarnos de su existencia, dado que se desarrolla a nivel microscópico durante meses y años, por eso pasa inadvertido”.

Factores de riesgo

El docente, especializado en cuidados intensivos y anestesiología en el Hospital Veterinario Ryan de la Universidad de Pensilvania (EE. UU), señala que la raza es un factor predisponente. “En la especie canina, el bóxer y el golden retriever suelen ser más propensos a padecer algunas de estas patologías. En general los perros de raza grande van a desarrollar más tumores óseos. Por el contrario, el yorkshire terrier y el poodle presentan menor riesgo y ello hace que sean razas más longevas”.

Aunque es menos frecuente, las mascotas jóvenes o de edad media también pueden sufrir algún tipo de tumor, como osteosarcoma, mastocitoma e histiocitoma, así como linfoma, uno de los tumores o más frecuentes entre las mascotas.

La edad y la falta de esterilización también son factores de riesgo que predisponen a la aparición de un tumor.

Cómo detectar signos de alerta

Rodrigo Maass aclara que, la sintomatología del cáncer puede ser muy variable y dependerá principalmente de la localización y del tiempo que haya transcurrido hasta el momento del diagnóstico. Por eso son tan relevantes los chequeos médicos periódicos para poder detectarlos en etapas iniciales. Aunque los tumores no siempre son cancerosos, es crucial consultar a un veterinario para una evaluación.

“Los síntomas de cáncer en mascotas incluyen pérdida de peso o apetito, úlceras que no cicatrizan, hemorragias anormales, dificultades al comer o tragar, cojeras persistentes, problemas para orinar, respirar o defecar, intolerancia al ejercicio, pérdida de resistencia y presencia de un olor fuerte y desagradable. Reconocer estos signos es esencial para el bienestar de las mascotas”, alerta el experto.

La observación y exploración por parte del dueño de la mascota para determinar cambios en el cuerpo de su animal es vital en el diagnóstico precoz de los primeros síntomas de cáncer.

Tipos de cáncer más frecuentes

En las perras, el tumor de mayor incidencia es el cáncer mamario, pero gracias a la esterilización temprana, en otros países han ocupado el segundo lugar detrás de los cutáneos, genitales en machos, digestivos, y linfáticos. En la especie felina, también ocupan el primer lugar los tumores mamarios en hembras no esterilizadas, seguidos de los cutáneos y los linfáticos, relacionados estos últimos con una infección vírica (normalmente vinculados al virus de la Leucemia felina).

El académico de la USS recomienda que, en el caso particular del cáncer de mamas, debe haber un chequeo a partir de los 5 años de edad de manera rutinaria, en el cual los veterinarios deben palpar completamente las glándulas mamarias en busca de la aparición de pequeñas estructuras, las que tengan aspecto tumoral. Mientras más grande el tumor, más maligna es la enfermedad, por ello la detección precoz es lo más importante.

“Al evitar el desarrollo de la glándula mamaria y de la estructura que podría desarrollar cáncer, previenes el 95% del cáncer de mama aproximadamente, el cual debe ser en la etapa de pubertad, antes de que se desarrolle la glándula mamaria”. El especialista refuerza que la detección temprana y la atención veterinaria son esenciales para garantizar el tratamiento adecuado y, de esta manera, mejorar las posibilidades de recuperación.