Arqueólogos en Egipto han descubierto lo que se considera el mayor observatorio astronómico del antiguo Egipto, ubicado en las ruinas del Templo de los Faraones en la ciudad de Buto, Kafr El Sheikh.
Según detalló ScienceAlert, este edificio, que data del siglo VI a.C., fue un punto crucial donde los antiguos egipcios estudiaban los cielos y perfeccionaban el calendario de 365 días y las horas del día, legados que siguen siendo fundamentales en nuestra vida moderna.
El observatorio, construido con ladrillos de barro y abarcando 850 metros cuadrados, incluía un reloj de sombra inclinado que medía el tiempo a lo largo del día mediante el movimiento de la sombra proyectada por el Sol.
Además, se encontraron en el sitio numerosas salas y herramientas relacionadas con la astronomía, incluidas estatuas de deidades como Osiris y Ptah, y murales que representaban símbolos cósmicos y escenas astronómicas.
La astronomía era esencial para la vida en el antiguo Egipto, determinando no solo los ritmos agrícolas y las inundaciones del Nilo, sino también la organización de rituales religiosos y políticos.
Este nuevo descubrimiento subraya la importancia de los conocimientos astronómicos en la civilización egipcia, cuya influencia perdura hasta hoy.
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