(CNN)– Mucha gente está familiarizada con las raíces africanas del árbol genealógico humano.
Pero en los últimos años, un torrente de impactantes descubrimientos de fósiles y ADN en Asia ha obligado a replantear radicalmente nuestra saga familiar.
Allí se han encontrado tipos de humanos extintos completamente nuevos para nosotros, incluyendo parientes apodados pequeños “hobbits” y el corpulento “hombre dragón”, así como tres cerditos pintados en la pared de una cueva que resultaron ser el arte figurativo más antiguo del mundo.
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Esta semana, prepárate para que te sorprenda otro prometedor hallazgo de fósiles de la región que revela lo sofisticados y bien informados que eran nuestros antiguos antepasados.
Somos familia
En una remota cueva de Borneo, Indonesia, los arqueólogos hicieron un descubrimiento que trastoca nuestra comprensión de la Edad de Piedra: un amputado que vivió hace 31.000 años.
Al esqueleto del joven le faltaba la parte inferior de la pierna izquierda, que los investigadores australianos e indonesios creen que fue cortada cuidadosamente justo por encima del tobillo por un cirujano prehistórico sorprendentemente hábil, probablemente utilizando herramientas de piedra.
Hace tan solo un siglo, la mayoría de las personas que se sometían a una amputación habrían muerto, ya sea por la pérdida de sangre y el shock, o por una infección posterior.
Según la investigación, esta cirugía de la Edad de Piedra no solo fue un éxito, sino que el amputado vivió entre seis y nueve años más, y finalmente murió por causas naturales antes de ser enterrado con delicadeza por sus cuidadores.
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