Un asombroso descubrimiento realizado en colaboración entre arqueólogos de las Universidades británicas de Newcastle, Central Lancashire, Exeter y York, además de genetistas de las universidades de Harvard, Viena y el País Vasco, confirmó el hallazgo del árbol genealógico más antiguo del mundo.
Se trata de 27 parientes biológicos procedentes de cinco generaciones continuas de una sola familia extensa que vivieron en el pueblo de Hazleton, en Cotswolds, hace 5.700 años.
Los esqueletos estaban dentro de una de las tumbas neolíticas mejor conservadas de todo Reino Unido. Allí había presencia de huesos y dientes correspondientes a 35 personas, de las cuales 27 eran parientes.
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Para revelar este extenso árbol genealógico, el equipo analizó su ADN, lo que mostró que la mayoría de las 27 personas descienden de cuatro mujeres que tuvieron hijos con el mismo hombre.
“Cuando estaban construyendo estas tumbas y decidiendo a quién incluir en ellas, ciertamente en este caso, estaban seleccionando personas que eran parientes cercanos de las personas que fueron enterradas allí por primera vez. Tienen esta estrecha conexión con sus antepasados inmediatos y eso se extiende a lo largo de varias generaciones“, indicó el Dr. Chris Fowler, de la Universidad de Newcastle y autor del estudio.
Esta tumba, llamada Hazketon North long cairn, posee una división de dos áreas con una cámara frontal en forma de L. La investigación reveló que la familia era importante, ya que existía la presencia de niños, además de que cada persona fue enterrada de acuerdo a la mujer que descendía.
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Los otros análisis detallan que el grupo prehistórico vivió alrededor de 3.700 -3.600 a.C. y la construcción de la tumba se realizó unos 100 años después, luego que se introdujera el cultivo de ganado y cereal desde Europa Continental.
“Era difícil imaginar hace solo unos años que alguna vez supiéramos sobre las estructuras de parentesco neolíticas. Pero esto es solo el comienzo y sin duda hay mucho más por descubrir en otros sitios en Gran Bretaña, la Francia atlántica y otras regiones”, explicó Ron Pinhasi de la Universidad de Viena.
Esto arroja una extraña luz para que los científicos puedan componer aún más sobre la ascendencia de los primeros agricultores de la isla.
El estudio fue publicado en la revista Nature.
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