(CNN) – Investigadores que trabajan en el norte de Chile descubrieron que personas de una civilización antigua transportaron aves exóticas a cientos de millas sobre los Andes, antes de momificarlas con la boca bien abierta.
Los loros y guacamayos no son nativos de Atacama, que es el desierto más seco del mundo, pero se han encontrado plumas y aves momificadas en sitios arqueológicos de la región, según un comunicado de prensa de la Penn State University.
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Muchos loros fueron momificados después de la muerte, algunos con la boca abierta y la lengua fuera, y otros con las alas extendidas como si estuvieran volando. El artículo fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Es difícil de interpretar“, sostuvo a CNN el coautor del estudio José M. Capriles, profesor asistente de antropología en Penn State, pero la práctica puede ser parte de un ritual vinculado a la capacidad de las aves para imitar el habla humana.
Los investigadores visitaron museos en todo el norte de Chile durante casi tres años para estudiar los restos de loros y guacamayos encontrados en la región. Los científicos utilizaron análisis zooarqueológico, reconstrucción dietética isotópica, datación por radiocarbono y pruebas de ADN antiguo para construir una imagen de la vida de las aves.
El equipo descubrió que las aves fueron llevadas a Atacama desde el Amazonas, a unas 300 millas de distancia, entre 1100 y 1450 d.C. ese período de tiempo vio mucho comercio, con un número creciente de caravanas de llamas que se movían entre diferentes partes de la cordillera de los Andes, dijo Capriles.
“El hecho de que las aves vivas se abrieran paso a través de los Andes de más de 10 mil pies de altura es asombroso“, manifestó Capriles en un comunicado de prensa. “Tuvieron que ser transportados a través de enormes estepas, clima frío y terrenos difíciles hasta Atacama. Y tuvieron que mantenerse con vida”.
“Las llamas no son los mejores animales de carga, porque no son tan fuertes”, señaló Capriles en el comunicado de prensa. “El que las caravanas de llamas llevaran guacamayos y loros a través de los Andes y del desierto a este oasis es asombroso“.
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Una vez que las aves llegaron a Atacama, se las habría mantenido como mascotas y para posiblemente usar sus plumas en tocados que denotaban riqueza y poder. Las aves fueron alimentadas con la misma comida que las personas que las criaban, pero su relación con los humanos era complicada, afirmó el experto.
“Lo que consideramos interacciones aceptables con los animales bajo nuestro cuidado era muy diferente en ese entonces (…) Algunas de estas aves no vivieron una vida feliz. Se las mantuvo para producir plumas y sus plumas fueron arrancadas tan pronto como crecieron”, finalizó Capriles.
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