(CNN) – El pueblo de San Casciano dei Bagni, en la exuberante campiña siena de la Toscana, es ampliamente considerado como uno de los principales destinos de aguas termales de Italia , un lugar donde los amantes de los spa al aire libre y los peregrinos termales han venido a flotar en aguas burbujeantes naturales durante más de dos mil años.
Las instalaciones modernas de San Casciano están a solo unos metros de un sitio antiguo que actualmente es el foco de un esfuerzo de excavación. Estos baños termales son una red de piscinas sagradas construidas por los etruscos pre-itálicos ya en el siglo IV a. C., y más tarde los antiguos romanos las hicieron más lujosas, durante una era en la que la salud y la fe estaban profundamente entrelazadas.
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San Casciano es un centro geotérmico con cuarenta fuentes termales, seis conectadas al santuario termal. Los etruscos eligieron este lugar para utilizar el poder terapéutico de las propiedades químicas del agua: es rica en minerales como calcio y magnesio, así como cloruro y sulfatos.
Los arqueólogos en el sitio desenterraron la semana pasada un tesoro de artefactos y reliquias, arrojando luz sobre la conexión íntima que las civilizaciones pasadas de Italia tenían con la “religión del agua”, o los orígenes divinos y curativos del agua termal.
Una ofrenda votiva a los dioses en forma de matriz, fundida en bronce. Crédito: Emanuele Mariotti/SABAP-SI
Objetos raros que se cree que se usaron como ofrendas votivas a los dioses, incluidas las llamadas estatuillas de fertilidad con forma de falo, útero y un par de senos, se han excavado en el barro del sitio. También tiene 3.000 monedas antiguas, 700 de las cuales están recién acuñadas y aún brillan. En el siglo II d. C., el emperador romano Marco Aurelio Caro hizo arrojar las monedas a los baños para honrar a los dioses que velaban por su salud, así como la de todos los romanos que viajaban a San Casciano para recibir tratamiento termal.
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“Lo que hace que este sitio sea único en todo el Mediterráneo es el excepcional estado de conservación y la [evidencia] que proporciona de cómo las prácticas médicas de agua caliente se consideraban curativas bajo la protección divina”, dijo el arqueólogo Jacopo Tabolli, director científico del proyecto de excavación y profesor de estudios etruscos en la Universidad para Extranjeros de Siena. “La cantidad y la calidad de los objetos recuperados también son asombrosas: sabíamos que había algo allí abajo, pero no esperábamos una sorpresa así.
Los lugareños de San Casciano han llamado durante mucho tiempo al sitio una “montaña sagrada”, dijo Tabolli, citando también un informe de un médico del siglo XVI que menciona la presencia de edificios antiguos y una fuente. Un estudio geofísico realizado por el equipo de Tabolli en 2019 reveló la presencia de estructuras en los manantiales; al año siguiente, se descubrieron columnas antiguas que sobresalían de un arbusto y comenzaron los trabajos de excavación (aunque luego se detuvieron durante la pandemia).
Los antiguos baños termales de San Casciano funcionaron como una clínica hospitalaria, con visitantes que buscaban un respiro de problemas respiratorios o dolor de huesos. Para muchos, un flotar en las aguas redujo su dolor, por lo que después del baño lanzaban ofrendas a los dioses en las piscinas burbujeantes dando gracias por haber sido curados. Estos incluían ramas de árboles, piñas perfumadas y frutas como melocotones, que se han recuperado en estados bien conservados gracias a las capas de lodo que han cubierto el sitio desde entonces.
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También se han desenterrado varias reliquias esculpidas en forma de ofrendas de piernas, brazos y orejas de bronce en miniatura. Se dejaron para agradecer a los dioses por curar partes específicas del cuerpo, o para llamar la atención, de ahí la forma de la oreja, a las oraciones de los mortales en dolor.
Una colección de tres ofrendas votivas en forma de oreja desenterradas en San Casciano dei Bagni. Crédito: Emanuele Mariotti/SABAP-SI
Durante la época etrusca y romana, las ofrendas votivas en forma de matriz se hacían generalmente con terracota. Uno de bronce encontrado en San Casciano, cuya puesta en servicio habría sido muy costosa, es el primero de su tipo, dijo Tabolli, y sirve como prueba de la importancia de este sitio termal.
“Los descubrimientos nos dicen mucho sobre las antiguas comunidades de Italia”, explicó Tabolli, “y avanzan en nuestra investigación sobre su panorama social, cultural y religioso con respecto a la naturaleza sagrada del agua caliente“.
El sitio de excavación actualmente cuenta con una piscina etrusca, que con once metros de largo y cinco metros de profundidad se conoce como el “gran baño”, y cinco piscinas romanas más pequeñas donde el agua caliente todavía fluye a un ritmo de unos 2.000 galones por minuto. Hay ruinas de fuentes y estatuas junto a altares de piedra travertino al dios de la profecía y la medicina, Apolo, la diosa de la fertilidad, Isis, y la diosa de los primogénitos, Fortuna Primigenia.
Un ejemplo de una ofrenda en forma de falo. Crédito: Emanuele Mariotti/SABAP-SI
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Entre los rituales de salud que se realizaban en las termas se encontraban los específicamente vinculados al embarazo y al parto. Una estatua recuperada de un bebé desnudo llevó a los arqueólogos a creer que las mujeres antiguas visitaban San Casciano tanto durante sus embarazos como después de dar a luz con la esperanza de proteger la salud de su bebé. Las prácticas relacionadas han continuado en los siglos posteriores: “Hasta hace 50 años, las mujeres de las aldeas que tenían problemas para concebir un hijo acudían a los baños termales con la creencia de que el agua relajaría su útero“, dijo Tabolli.
La cantidad de monedas de bronce, plata y oricalco, un metal precioso que los romanos creían que tenía poderes místicos, encontradas en el gran baño también es extraordinaria, dijo Tabolli. Es la mayor colección de moneda antigua asociada a las aguas termales del Mediterráneo, y única también por su perfecto estado de conservación. Las monedas han conservado su color original tanto gracias a las propiedades químicas del agua como al estar recubiertas de barro, lo que evitaba la oxidación.
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“Todavía son de color marrón brillante y amarillo brillante; nunca se han encontrado colores tan brillantes en ningún sitio de excavación”, dijo Tabolli. “Es un milagro.”
Un nuevo museo del pueblo pronto mostrará al público las maravillas recuperadas. Las autoridades locales y los expertos creen que el balneario aún alberga más tesoros que esperan ser descubiertos, con sus capas fangosas más profundas ocultando elementos que datan de la era etrusca.
Los arqueólogos seguirán trabajando en el sitio, y Tabolli está entusiasmado con lo que podría salir a la luz a continuación. “Espero desenterrar el santuario fundacional en su totalidad”, dijo Tabolli. “Ya podemos detectar una capa prerromana”.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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