(CNN) – Un profundo y perturbador video ha sacudido el panorama político de Indonesia, presentando a un antiguo líder dictatorial desde más allá de la tumba en un intento de influir en las próximas elecciones del país.
El ex general Suharto, quien gobernó Indonesia con puño de hierro durante más de tres décadas hasta su muerte en 2008, aparece en un video que se ha vuelto viral en varias plataformas en línea. Con más de 4.7 millones de vistas, el video muestra a Suharto, apodado el “General Sonriente” debido a su perpetua sonrisa, entregando un mensaje a los votantes antes de las elecciones.
Sin embargo, este Suharto no es más que una creación artificial, un deepfake generado por inteligencia artificial que clona tanto su rostro como su voz. El video, compartido inicialmente en una plataforma no identificada, ha encontrado su camino hacia TikTok, Facebook y YouTube, llevando consigo un mensaje político cuestionable.
Erwin Aksa, vicepresidente de Golkar, uno de los partidos políticos más grandes de Indonesia, admitió haber compartido el video como parte de la estrategia del partido antes de las elecciones del 14 de febrero. Golkar, que no presenta un candidato presidencial propio, ha respaldado al ex general del ejército Prabowo Subianto, quien tiene vínculos con el régimen de Suharto.
El uso de deepfakes en la campaña política ha provocado críticas generalizadas. Los observadores y críticos en línea han denunciado la manipulación de la imagen y la voz de un hombre fallecido para influir en el electorado. La ética de revivir a figuras políticas pasadas con fines partidistas ha sido cuestionada, con muchos considerándola moralmente incorrecta.
El mundo en línea juega un papel cada vez más importante en la política de Indonesia, un país con una alta tasa de uso de Internet. La proliferación de deepfakes plantea preocupaciones sobre la manipulación de votantes y la integridad del proceso electoral.
El caso del video de Suharto no es único. Se informa que varios partidos políticos importantes han recurrido a la inteligencia artificial y a diferentes formas de deepfakes como parte de sus campañas. Desde cambiar la imagen de los candidatos hasta crear personajes ficticios para elogiar a los partidos, la tecnología se ha convertido en una herramienta poderosa para influir en los votantes.
Los críticos han instado al gobierno a tomar medidas para abordar la amenaza de los deepfakes en el proceso democrático. Sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos para regular esta forma de manipulación política han sido insuficientes.
El legado de Suharto sigue siendo controvertido en Indonesia. Aunque algunos lo ven como un líder que impulsó el desarrollo económico del país, otros lo recuerdan por su régimen autoritario y brutal. El resurgimiento de su imagen en forma de deepfake ha avivado el debate sobre su legado y su influencia continua en la política indonesia.
Mientras tanto, los votantes se enfrentan a una nueva realidad política, donde la tecnología puede distorsionar la verdad y manipular la percepción pública. Con las elecciones en el horizonte, el uso de deepfakes plantea desafíos significativos para la democracia en Indonesia y en todo el mundo.
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