Muchas enfermedades requieren de tratamientos invasivos y dolorosos. Sin embargo, esta realidad podría estar a punto de cambiar gracias a unos “micro-robots nadadores” diseñados por ingenieros de la Universidad de Cornell.
Los investigadores estadounidenses señalaron en un comunicado que estos pequeños dispositivos podrían “enviar medicamentos a un área específica, como las células cancerosas, sin tener tantos efectos secundarios“.
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El equipo detalló que los movimientos de los micro-robots fueron inspirados por las bacterias y espermatozoides. Las bacterias pueden nadar 10 veces la longitud de su cuerpo en un segundo, mientras los espermatozoides son capaces de nadar a contracorriente.
El principal desafío de los expertos fue darle movimiento al aparato. “Las bacterias y espermatozoides consumen material orgánico en el fluido circundante (…) Pero para los robots es difícil, porque si llevan una batería, es demasiado pesado para moverlos”, dijo Mingming Wu, autor del estudio.
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Para superar esta problemática, los ingenieros diseñaron al robot con cavidades en su espalda y, cuando se sumerge en una solución, una pequeña burbuja de aire queda atrapada en cada cavidad. Cuando se apunta un transductor de ultrasonido al robot, las burbujas de aire oscilan e impulsan el dispositivo.
“El reto que tenemos será hacer que los nadadores sean biocompatibles, para que puedan navegar entre las células sanguíneas (…) Los futuros micro-robots también deberán estar compuestos de material biodegradable, de modo que se puedan enviar muchos bots a la vez”, señalaron los expertos en un comunicado.
Los detalles de la investigación fueron publicados en la revista Lab on a Chip.
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