Los arrecifes de coral cumplen una importante labor en el océano, ya que son el hábitat del 25% de las especies marinas. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó que para el año 2050 casi el 90% de estos ecosistemas podrían estar extintos.
Esfuerzos como los realizados por la Universidad de California (UC), en Estados Unidos, buscan conocer un poco más sobre el océano y algunas de sus estructuras, tales como los arrecifes, para ayudar en su conservación. Para ello crearon un “robot calamar” capaz de tomarles fotografías.
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Este “animal” de metal funciona sin ataduras, se impulsa generando chorros de agua y posee su propia fuente de energía, la cual se encuentra en su interior. Los detalles de este avance fueron publicados en IOPscience.
“Recreamos todas las características clave que los calamares usan para nadar a alta velocidad”, manifestó a través de un comunicado Michael T. Tolley, uno de los autores principales del artículo y profesor en el Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la UC San Diego.
“Éste es el primer robot sin ataduras que puede generar pulsos de chorro para una locomoción rápida como el calamar y puede lograr estos pulsos de chorro cambiando la forma de su cuerpo, lo que mejora la eficiencia de la natación”, detalló.
Los expertos destacan que este robot calamar está fabricado principalmente de materiales blandos. Esta cualidad es requerida durante las exploraciones submarinas, para proteger a los peces y corales debido a que los rígidos podrían dañarlos.
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El principal desafío del equipo de investigación fue resolver el problema de que los robots blandos tienden a moverse lentamente, y tener dificultades para maniobrar. Los expertos decidieron inspirarse en los cefalópodos para resolver estos problemas.
“Después de que pudimos optimizar el diseño del robot para que nadara en un tanque en el laboratorio, fue especialmente emocionante ver que el robot pudo nadar con éxito en un gran acuario entre corales y peces, demostrando su viabilidad para aplicaciones del mundo real”, sostuvo Caleb Christianson, quien dirigió el estudio como parte de su doctorado.
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