Esta innovación es una combinación entre la tecnología y los interesados en espionaje, porque la Fuerza Aérea Rusa acaba de presentar un prototipo de un robot apodado la “piedra espía”. Se trata de un prototipo con forma y apariencia rocosa, para acercarse y observar al enemigo sin ser detectado.
Es un dispositivo que fue desarrollado durante tres años por los profesores y estudiantes del Centro Científico y Educativo Militar de ese país. Lo que a simple vista parece un tanque de juguete con ruedas y un pequeño periscopio, puede captar hasta 15 horas de video de alta resolución y también graba audio. La grabación es posible gracias a sensores de movimiento, lo que permite optimizar su autonomía.
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