Existe un refrán que dice que “el que al cielo escupe en la cara le cae”. Y esto lo podemos aplicar perfectamente a la empresa OpenIA, la génesis de ChatGPT, ya que hace algunos días cambiaron su política y han eliminado las menciones a involucrarse en proyectos militares.
En detalle, la jefa de relaciones internaciones de OpenAI, Anna Makanju, indicó en una entrevista que se encuentran trabajando con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, El Pentágono, para crear soluciones de ciberseguridad abiertas.
Tenemos que tener en cuenta que OpenAI había indicado que su tecnología jamás será utilizada para desarrollar armas, destruir propiedades o infligir daño en personas.
Sin embargo, pese a que en sus inicios -en 2015- la empresa nació bajo un esquema abierto y sin ánimo de lucro, en 2019, modificó esto para convertirse en una organización con ánimos de lucro “limitada”, esto para aceptar las inversiones de millonarios como Microsoft.
El problema ahora, es que Microsoft, al ser el principal inversor de la compañía creada por Sam Altman, tiene varios contratos militares.
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