Molly Gibson es una saludable bebé de poco más de un mes. Sin embargo, pudo haber nacido en cualquier momento entre 1992 a la fecha, ya que su embrión estuvo congelado durante todo este tiempo.
27 largos años permaneció en este estado, hasta que a principios de febrero del 2020 su embrión finalmente fue adoptado por una pareja estadounidense. Su llegada rompió el récord de ser el embrión congelado por más tiempo que dio como resultado un nacimiento exitoso.
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Previamente, el puesto era ostentado por su hermana mayor Emma. “Con Emma, estábamos tan enamorados de tener un bebé (…) Con Molly, somos de la misma manera. Es un poco gracioso, aquí vamos de nuevo con otro récord mundial“, señalaron los orgullosos padres.
Tina Gibson quedó embarazada de ambas pequeñas con la ayuda del Centro Nacional de Donación de Embriones, una organización religiosa sin fines de lucro que almacena embriones congelados que pacientes de fertilización in vitro no han usado.
Los Gibson son una de tantas familias que adquirieron estos embriones no utilizados, para posteriormente transferirlos al útero de una madre adoptiva. Emma, la hija mayor, nació en noviembre de 2017 y el centro asegura que su embrión permaneció congelado 24 años.
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El Dr. Jeffrey Keenan, presidente del centro, sostuvo en un comunicado que ambos nacimientos son una prueba de que los embriones no deben descartarse porque ser “viejos”.
La madre señaló que supo que estaba embarazada de Molly pocos días antes de que se declarara la pandemia en Estados Unidos. “Definitivamente ha sido una pequeña chispa de alegría para 2020“, reconoció.
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