“Lucy”, una Australopithecus afarensis que vivió hace 3,2 millones de años, cambió el rumbo de la evolución humana. Hallada un 29 de noviembre de 1954 por un equipo de paleoantropólogos estadounidenses, nos ha permitido saber cómo era una de las especies indispensables que conectan a los primates con el ser humano.
Ahora, científicos de la Universidad de Cambridge encontraron más pruebas de que Lucy era capaz de caminar erguida con la misma eficacia que el Homo sapiens de hoy.
Los investigadores lograron recuperar el 40% de su esqueleto, para crear un modelo digital de su estructura muscular de la parte inferior. De esta forma, recrearon 36 músculos en cada pierna y calcularon cómo se desplazaría la extremidad.
“La capacidad de Lucy para caminar erguida solo puede conocerse reconstruyendo el camino y el espacio que ocupa un músculo dentro del cuerpo”, explicó en un comunicado la Dra. Ashleigh Wiseman, autora del estudio del Instituto McDonald de Investigación Arqueológica de Cambridge.
“Los músculos de Lucy sugieren que era tan experta en bipedismo como nosotros, aunque posiblemente también se sintiera cómoda entre los árboles. Lucy probablemente caminó y se movió de una manera que no vemos en ninguna especie viva hoy en día”, agregó la experta.
El estudio sugiere que el bipedalismo evolucionó antes de un aumento en el tamaño del cerebro.
“Este método demuestra que se requieren reconstrucciones volumétricas para saber dónde deben ocupar el espacio los músculos y, por lo tanto, dónde las líneas de acción podrían no ser factibles debido a la interferencia con otro músculo”, dice el estudio publicado en la revista Royal Society Open Science.
Deja tu comentario