Un equipo de físicos de una universidad en Países Bajos imprimió en 3D una versión microscópica del USS Voyager, una nave espacial de clase intrépida de la franquicia de ciencia ficción, Star Trek.
El diminuto navío cósmico, el cual mide cerca de 15 micrómetros (0,015 milímetros) de largo, es parte de un proyecto realizado por la Universidad de Leiden, realizado para entender cómo las formas afectan el movimiento e interacción de los llamados “micro-nadadores”.
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Los micro-nadadores son pequeñas partículas que pueden moverse autónomamente a través de líquidos gracias a la interacción que realizan con su ambiente a través de reacciones químicas.
La cubierta de platino en estos microscópicos objetos reacciones al peróxido de hidrógeno en los que son depositados, lo que los propulsa a través del líquido.
“A través del estudio de los micro-nadadores sintéticos, nos gustaría entender a sus contrapartes biológicas”, aseguró Samia Ouhajji, uno de los autores del estudio a CNN.
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Este entendimiento nos podría ayudar a desarrollar nuevos vehículos de transportes para medicamentos; por ejemplo, micro-robots que naden autónomamente para entregar compuesto a lugares deseados del cuerpo humano”, agregó el experto.
Usando una impresora 3D, los científicos descubrieron que pueden imprimir cualquier forma de micro-nadadores, incluyendo botes y naves espaciales. Esto ayuda a descubrir los efectos que cada forma tiene en el movimiento de las partículas nadadoras.
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