Un equipo excepcional de tres estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) está preparando su asalto a la cumbre de la robótica mundial.
Sebastián Cofré, Miguel González y Sebastián Herrera, apodados Factory Errors, tienen una misión audaz: llevar a Bug, su sorprendente robot bípedo, a la arena de combate en el Mundial de Robótica Bípeda en Japón.
Bug, un ingenioso autómata de 40 centímetros y 3 kilos, no es solo un conjunto de cables y circuitos; es la culminación de meticulosa programación y creatividad. Sus movimientos son tan precisos que suena como una película de stop motion llevada a la vida real, donde cada movimiento ha sido planificado con meticulosidad, milímetro a milímetro.
El robot posee un sistema central computarizado y sus movimientos son controlados por los estudiantes mediante un joystick.
En el emocionante torneo ROBO-ONE a realizarse en la ciudad de Atsugi, Bug enfrentará desafíos que van más allá de lo tecnológico. Con destreza física y destellos de artes marciales, el robot deberá vencer a sus oponentes en rondas de tres minutos.
Pero no es solo fuerza y velocidad; es estrategia y anticipación, esquiva y contraataque, reflejos y programación inteligente.
El nombre del equipo, Factory Errors, revela su travesía desde errores de ensayo hasta un robot bípedo de vanguardia. A pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia, el equipo de ingenieros civil electrónica demostró su destreza en competiciones virtuales y se alzó con el primer puesto en la categoría de +3 kg.
La ambición de los jóvenes es innegable: llevar la bandera chilena a la cuna de la robótica en Japón, demostrando que la creatividad y la innovación no conocen fronteras.
La batalla robótica se acerca rápidamente, con el torneo programado para los días 23 y 24 de septiembre. Los estudiantes de 26 años están listos para enfrentar el desafío, con un equipo que fusiona tecnología, estrategia y pasión en un solo paquete potente.
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