La tecnología ha ayudado a mejorar diversos ámbitos de la vida y la cocina no es la excepción. Sin embargo, un nuevo “mantel inteligente”, que puede de detectar alimentos y recomendar recetas, desafía los límites de la imaginación.
Expertos de la Universidad de Dartmouth y Microsoft Research unieron fuerzas y crearon una tela llamada “Capacitivo”, la cual detecta cambios en la carga eléctrica para identificar objetos. “El sistema de tejido reconoce objetos en función de variaciones en las cargas eléctricas de sus electrodos provocadas por alteraciones en el campo eléctrico de un objeto”, manifestaron los expertos en un comunicado.
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Estas diferencias de cargas dependen del tipo del material, tamaño del objeto y forma del área de contacto. Pudiendo reconocer objetos no metálicos entre los que encuentran alimentos, líquidos, implementos de cocina y plástico.
“Ser capaz de detectar objetos no metálicos es un gran avance para las telas inteligentes porque permite a los usuarios interactuar con una amplia variedad de elementos cotidianos de formas completamente nuevas”, manifestó Te-Yen Wu, autor principal de la investigación.
Lo que destaca a este mantel es que se basa en una técnica de “entrada implícita”, es decir, el tejido no requiere una acción por parte del objeto que está identificando, a diferencia de las técnicas de detección existentes cuyos tejidos dependen de estímulos como, por ejemplo, el tacto de un usuario.
Los expertos probaron este “mantel inteligente” en veinte objetos logrando una precisión del 94,5% en las pruebas. Asimismo, en un estudio paralelo este sistema pudo distinguir entre tipos de líquidos como agua, leche y bebidas.
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Al identificar un objeto o su estado, la tela inteligente puede entregar avisos o realizar acciones. Por ejemplo, podría alertar cuando una planta en un macetero necesita ser regada, encontrar objetos perdidos, sugerir recetas, dar instrucciones de preparación de platillos, entre otros.
“Esta investigación tiene el potencial de cambiar la forma en que las personas interactúan con la informática a través de objetos blandos cotidianos hechos de telas”, sostuvo Xing-Dong Yang, investigador principal del estudio.
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