No solo han subido de precio, cambiado su color y sabor, sino que cada vez es más difícil obtenerlos. El tomate no es inmune a los problemas ocasionados por el cambio climático y para su producción, la sequía se convierte en la principal amenaza.
“(La sequía) afecta a más del 60% de la superficie terrestre, sobre todo en América del Sur, y esto va en desmedro de la producción de las plantas“, manifestó Claudia Stange, académica del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile (UCh).
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Por esta razón es que muchos vegetales y frutas han pasado de la tierra a los laboratorios, donde científicos trabajan en los alimentos del futuro, unos que sean capaces de resistir a problemas como la sequía y la degradación de los suelos. Al respecto, el tomate ha sido pionero.
“Lo que buscamos es que esta planta de tomate pueda ser, por ejemplo, regada con agua salina o con menos agua, porque sería tolerante a esas condiciones adversas de sequía y salinidad. De esa manera, se ahorra en agua y la productividad comercial de los tomates sería la misma“, explicó Stange.
Esto se logra utilizando biotecnología digital. Una técnica llamada CRISPR/CAS9, funciona como un editor genético el que no solo asegura que este alimento rojo siga llegando a nuestra mesa, sino que, además, al comerlo, estemos reforzando nuestro organismo.
“Se logró que una molécula, un aminoácido en particular, llamado GABA, se acumulase dentro del tomate y es este, el que, por distintas reacciones dentro de la fisiología de nuestro organismo, permite reducir los efectos de la hipertensión“, sostuvo Miguel Ángel Sánchez.
Este adelanto se consiguió en Japón, ya que el país asiático es una de las 12 naciones que ha decidido implementar enfoques regulatorios para que este tipo de técnicas sean empleadas en la agricultura y Chile está también entre estas naciones.
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“Las técnicas de edición de genes no implican agregar genes de otros individuos, es decir, no son productos transgénicos”, recalcó Sánchez, quien es director ejecutivo de la institución ChileBIO.
Para mayo estos “supertomates” estarán disponibles en los mercados japoneses, mientras que a fin de año podríamos comprarlo en ferias y supermercados nacionales. Esta tecnología busca asegurarlos y de paso darle una mano a nuestro cuerpo al momento de consumirlos.
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