Investigadores chilenos hallaron el huevo de dinosaurio más grande del mundo - (03:27)
Luego de reconstruir digitalmente el cerebro de un Thecodontosaurus, conocido como el dinosaurio de Bristol, un grupo de académicos descubrió que probablemente la vida del prehistórico lagarto gigante era bastante diferente a lo que ellos pensaban.
Los científicos han aprendido mucho de los dinosaurios a través de los fósiles. Sin embargo, un equipo de investigadores dio otro paso al indagar al interior del craneo de uno de estos animales para así comprender mejor su comportamiento, publicando la investigación en Zoological Journal of the Linnean Society.
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Científicos de la Universidad de Bristol escanearon detalladamente y en 3D las cavidades donde el cerebro de un espécimen perfectamente conservado existió.
Los investigadores por mucho tiempo asumieron que el lagarto en cuestión caminaba en cuatro patas y comía sólo plantas, tal y como sus parientes los Diplodocus y Brontosaurios. Pero basado en el tamaño de su cerebro, los científicos creen que los Thecondontosaurus caminaban en dos patas y eran omnívoros.
“Nuestro análisis del cerebro del Thecondontosaurus reveló muchas características fascinantes, algunas que son bastante sorprendentes”, aseguró Antonio Ballell, principal autor del estudio, según reportó Futurism.
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El nuevo escaneo permitió a los científicos mirar más de cerca lo que ocurre en el cráneo de los dinosaurios, sin tener que necesariamente romperlos.
“A pesar de que el cerebro ya no existe, los softwares nos permiten recrear al órgano y al odio interno gracias a las dimensiones de las cavidades craneales”, concluyó Ballell.
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