Crean un brazo robótico de alta tecnología para limpiar los oídos de una forma segura

Si bien es posible que hayamos crecido pensando que los hisopos de algodón, más conocidos como cotonitos, son la herramienta perfecta y más efectiva para limpiar los oídos, resulta que no son tan útiles como se creía y pueden estar causando más daño que un bien. 

Para ayudar a solucionar este problema, mediante la crowdfunding Indiegogo, la compañía Bebird desarrolló un innovador invento llamado Rebird N3 Pro la cual elimina delicadamente el cerumen con la máxima precisión de la tecnología que entrega el pequeño brazo robótico, llegando incluso con una facilidad a las partes más profundas del oído.

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El robot posee una cámara HD de 10 millones de píxeles con un lente de 3,7 mm, el cual transmite de forma inalámbrica al teléfono una vista de 360º del interior de la oreja.

Asimismo, posee un antideslizante y luces LED instaladas en su interior para brindarle al usuario una fácil visualización y realizar maniobras seguras.

La compañía señala que al poseer tres tamaños diferentes, permite que el usuario pueda encontrar un ajuste adecuado para su canal auditivo. Agregan que posee una batería que dura hasta un mes sin recargarla.

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Pese a que el ingenioso artefacto cuesta 97 mil pesos chilenos, expertos señalan que no se deben ingresar objetos al canal auditivo, ya que podría causar algún daño, heridas o especialmente en niños bastoncillos de algodón insertados dentro de su oreja.

Es por ello que investigadores del Nationwide Children’s Hospital de Estados Unidos recomiendan no utilizar bastoncillos de algodón. Explican que el proceso debe ser de manera natural, ya que cada vez que uno mastica, mueve la mandíbula y con el nacimiento de piel nueva el mismo canal auditivo va empujando hacia afuera la cera “vieja”, la cual luego cae durante la ducha.

La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda que si una persona presenta síntomas como pérdida auditiva, solar o sensación del oído tapado, secreción de líquido o un sangrado anormal, la persona debe consultar a un médico para ser evaluado y tratado por un profesional.