Prototipo de SpaceX aterrizó exitosamente pero explotó (02:13)
Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge encontró que la fermentación de los desechos de alimentos se pueden descomponer en compuestos similares a los combustibles fósiles que impulsa la reacción de los motores.
Por supuesto, el equipo explica que es más complejo que colocar una cáscara de plátano en un módulo de energía como en la segunda película de “Regreso al Futuro“.
Lee también: Primer tatuaje remoto de la historia: Robot tatuó a mujer mientras el artista estaba en un lugar diferente
En cambio, los científicos convirtieron estos desechos en moléculas base para un avión y su desarrollo es bastante prometedor, ya que el biocombustible se quema de una manera más limpia y podría contribuir en gran medida a la reducción de la enorme huella de carbono que deja la industria de la aviación.
Su desarrollo sería de gran ayuda, esto porque el desperdicio de alimentos que llega a los basureros emiten gases de efecto de invernadero.
Explican que este combustible funcionaría con los motores existentes. Según consiga PopSci, su proceso es mucho más sencillo desde el punto de vista medioambiental, en comparación a limpiar el combustible de los aviones existentes o construir un avión completamente desde cero.
Lee también: ¿De donde proviene tu gato? Crean kit de ADN para conocer su historia genética
Actualmente, los estándares de la industria exigen que todos los nuevos combustibles para aviones solar pueden constituir el 10% de la mezcla de combustible real que se utiliza, el 90% restante tiene que ser un combustible convencional a base de petróleo.
En este caso, este biocombustible alimentario representa el 30% de la mezcla sin sacrificar la funcionalidad.
Su desarrollo llega justo en el momento que las aerolíneas comerciales buscan alcanzar los objetivos de sostenibilidad para el 2050 donde planean reducir hasta un 50% las emisiones netas de dióxido de carbono.
Deja tu comentario