Si realmente odias las arañas, la nueva investigación realizada por ingenieros mecánicos de la Universidad de Rice, en Estados Unidos, no te gustará.
El equipo dedicado a la robótica blanca se ha ocupado de fabricar robots con materiales blancos no tradicionales, para lo cual se les ocurrió utilizar el cuerpo muerto de las arañas y manipular -al igual que un muñeco vudú- sus patas.
La autora principal del estudio, Faye Yap, explica que “cuando mueren, pierden la capacidad de presurizar activamente sus cuerpos. Por eso se acurrucan”.
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Esto provoca la creación de una “arquitectura práctica” para el equipo, que decidió utilizarlas y convertirlas en un robot pinza, similar a las máquinas donde una busca agarrar un peluche.
El estudio
Los investigadores clavaron una aguja en la cámara hidráulica del cadáver de una araña lobo, la cual fue sellada con pegamento, y con otra aguja introdujeron aire a esta cámara.
De esta forma, el equipo permite controlar las patas de la araña y levantar el 130% de su peso corporal.
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Asimismo, detallan en el estudio que los cuerpos de estos insectos son resistentes, ya que aguantan hasta mil ciclos.
“Esta área de la robótica blanda es muy divertida porque podemos usar tipos de actuación y materiales que no se habían explotado anteriormente. La araña entra en esta línea de investigación“, agregan.
Si bien parece que se trata de una araña viva, este mero títere demuestra el potencial de los materiales no tradicionales para el uso de la robótica. Sin embargo, abre un gran debate sobre si es correcto ejecutar estas investigaciones en el cadáver de un insecto.
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