La antimateria y la gravedad se comportan igual. Así de claro lo ha dejado una investigación realizada por el equipo del Aparato de Física Láser Antihidrógeno (ALPHA) de la Organización Europea para la Investigación nuclear (CERN).
El equipo realizó este estudio como una forma de resolver el argumento sobre la antimateria.
Pero antes de adentrarnos en el estudio, hay que comprender un poco de la gravedad. En el siglo XVII, Isaac Newton propuso su teoría de la gravitación luego de ver una manzana caer de un árbol. Esta es la descripción de la gravedad más exitosa y probada.
Lo que no sabía Newton, era sobre la existencia de la antimateria. Una teorizada en 1928 por el físico británico Paul Dirac, quien dijo que por cada partícula existe una antipartícula correspondiente, prediciendo la existencia del positrón o antielectrón, observado por primera vez en 1932.
“En física, realmente no sabes algo hasta que lo observas”. Jeffrey Hangst, autor del estudio.
Luego de todo esto, las especulaciones sobre la interacción de la gravedad y la antimateria se ha vuelto un tópico favorito de los científicos, ya que algunos argumentan que la antimateria es atraída por la gravedad, mientras que otros dicen que es repelida.
Volviendo a la investigación de ALPHA, su experimento puede haber resuelto esta discusión, puesto que descubrieron que los átomos de antihidrógeno (la contraparte de la antimateria del hidrógeno), cae a la Tierra de la misma forma que sus equivalentes de materia.
“Este es el primer experimento directo que observa realmente un efecto gravitacional sobre el movimiento de la antimateria. Es un hito en el estudio de la antimateria, que todavía nos desconcierta por su aparente ausencia en el Universo”, explicó Hangst.
¿Cómo lograron los resultados?
El equipo de ALPHA construyó un aparto vertical llamado ALPHA-g, en el que se pueden medir las posiciones verticales en las que los átomos de antihidrógeno se encuentran con su materia correspondiente (la aniquilación), una vez que se apaga el campo magnético trampa, los átomos comienzan a escapar.
Atrapando uno 100 átomos de antihidrógeno, un grupo a la vez, estos fueron liberados lentamente durante un período de 20 segundos, para así reducir gradualmente la corriente en los imanes trampa superior e inferior.
El experimento, que requirió 30 años de desarrollo tecnológico, demostró que, en términos de gravedad, los átomos de antimateria caen de manera consistente con la materia. El próximo paso es medir la aceleración con la mayor precisión posible.
La investigación fue publicada en la revista Nature.
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