Con más de 656 millones de descargas desde las tiendas Apple Store y Google Play, según datos de Apptopia, TikTok es una de las aplicaciones líderes y más adictivas del mundo.
Esta red social esconde toda una estrategia que la ha llevado a convertirse en la aplicación más popular entre los jóvenes, en particular para la generación Z. Los usuarios entran a la aplicación, mientras una serie de clics conducen a un espiral de videos que son del interés específico de quien utiliza esta plataforma, pero ¿cómo ocurre esto? Una investigación del Wall Street Journal logró encontrar una respuesta científica al fenómeno.
Los algoritmos de redes sociales funcionan con los “me gusta”, compartidos, comentarios y “guardar” contenidos. Esto ayuda a la plataforma a conocer los intereses de los usuarios y sus gustos, sin embargo, TikTok esconde un mecanismo más elaborado para captar la atención de los usuarios: el tiempo de retención en los videos.
Este fenómeno no es nuevo y se conoce como rabbit hole (madriguera de conejo), en referencia a la caída que llevó a Alicia al país de maravillas y funciona con base a un algoritmo que recomienda el contenido que mayor retención pueda generar a quien los vea y por ende, genera una secuencia de imágenes gracias a la Inteligencia Artificial (IA).
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100 bots para TikTok
Utilizando un centenar bots, el medio estadounidense realizó un experimento que consistió en consumir videos de TikTok durante un día referente a temas como la depresión y la melancolía, sin interactuar en la plataforma, con “me gusta” y comentarios. TikTok fue perfilando cada vez más el contenido que les mostraba hasta que al final se pudo llegar a una conclusión de que la app toma en cuenta las recomendaciones en base al tiempo de retención.
Esto significa que el usuario cae en un loop de contenido similar sin poder escapar de el. La única manera de romper este algoritmo es buscar otros temas en la plataforma, lo que es poco probable en un usuario real. Esto puede convertirse en un problema sobre cómo las redes sociales afectan la salud mental de las personas.
Se genera una especie de madriguera informativa de la que es difícil escapar. Cada segundo que dudes o vuelvas a mirar, la aplicación te rastrea.
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Tras la investigación de WSJ, los creadores de la aplicación prometieron revisar sus contenidos para darle más poder a los usuarios a la hora de obtener recomendaciones
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