La cultura del reciclaje es medianamente nueva en Chile. Poco a poco, las personas están tomando conciencia de la importancia de no convertir todos sus desechos en basura y llevarlos a puntos limpios para que tengan una segunda vida.
“En mi caso, lo que no se puede reutilizar, no lo compro o elijo ese producto a granel”, explica una usuaria que ya tiene el hábito de llevar sus desechos a un lugar de reciclaje en Santiago.
Sin embargo, pese al creciente interés, pocas personas saben que no todos los envases se pueden reciclar. Por ejemplo, los recipientes de aceites o de margarinas, por mucho que parezcan adecuados para una reutilización, sencillamente no deben llevarse a las zonas de acopio.
“Los envases que tuvieron contacto con aceites o grasas nunca se pueden lavar tan profundamente, por eso no pueden llevar a la planta, porque terminan contaminando los demás productos”, explica el supervisor del Punto Limpio TriCiclos, Marcelo Molina.
Pero ojo: el aceite quemado de cocina no es recomendable botarlo a la alcantarilla, porque contamina el agua. Hay puntos limpios que lo reciben e incluso hay empresas que lo retiran a domicilio para convertirlo en combustible.
En la misma línea, son pocas las personas que tienen conciencia que existen siete tipos distintos de plásticos y que no todos están concebidos para ser reutilizados. Las botellas de gaseosas, por ejemplo, sí pueden reciclarse, pero deben lleguen limpias y compactas.
Primero se reduce, luego se reusa y por último se recicla. A juicio de los expertos, ese es el ciclo que la población debe aprender. Por ello, en gran parte de los puntos limpios existe personal para orientar acerca de qué se puede reciclar y cuáles son los pasos para seguir.
“Con estos puntos, que se administran a través de TriCiclos en alianza con el mundo privado, nos aseguramos que efectivamente todo el material termina su vida útil en un proceso de reciclaje. Lo que estamos buscando es que cambiemos el concepto de una economía alineada por una economía circular”, señala Felipe Daniel, gerente técnico de Coca-Cola Chile.
El material reutilizable que se acumula en los puntos limpios es sacado por recicladores especializados, que lo trasladan hacia máquinas compactadoras, para posteriormente distribuirlo a diferentes organizaciones que le dan un nuevo uso.
Para quienes todavía no se suman a la tarea del reciclaje, deben con saber que las toneladas de residuos de los puntos limpios se logra un relevante ahorro para el ecosistema, equivalente a más de 200 mil duchas de 5 minutos o 14.600 árboles que no se talarán.
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