El mes de mayo marcó el inicio de la discusión de la Hoja de Ruta de Economía Circular en Chile, un ambicioso plan que tiene como objetivo avanzar hacia el desarrollo sostenible, en donde los materiales del ciclo productivo puedan ser recuperados y revalorados al máximo para disminuir la generación de desechos.
Para dicha tarea se convocó a un Comité Estratégico, que se encuentra pronto a presentar sus resultados. Según se señaló en un foro organizado por el Centro de Innovación UC, la primera versión de la hoja de ruta se dará a conocer antes de terminar este año.
“En noviembre deberíamos tener un borrador que se publicará por consulta ciudadana, para que todos puedan participar con su opinión”, manifestó Linnet Solway, directora de transferencia tecnológica y economía circular de Eurochile, entidad que coordina la elaboración del documento por encargo del Ministerio de Medio Ambiente.
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Cabe precisar que la economía circular es un sistema donde prima la reducción, reutilización y el reciclaje de los recursos. En vez de extraer, producir, consumir y botar, se concibe la actividad económica como reparadora y regenerativa.
En esa línea, y según lo que se conoce hasta ahora, la hoja de ruta chilena se estructura en torno a metas de corto y mediano plazo, en pilares como la obtención de materias primas; reducción; consumo y servicios, y gestión de residuos.
Asimismo, plantea que al 2040 el 10% de los residuos domiciliarios sean enviados a un relleno sanitario, como máximo (hoy esa cifra es de 96%). Además, busca que al menos el 65% de los desechos domiciliarios generados en el país sean reciclados.
En cuanto al diagnóstico actual, Solway planteó en su intervención que algunas de las dificultades están en torno al “nivel de normativa, que está desactualizada“. Además, recalcó que existe “una brecha cultural y de colaboración” y “una tercera brecha de educación e información”, según consigna DF.
Visiones para un objetivo común
El debate del Comité Estratégico ha logrado reunir a diversos actores en torno a la meta sostenible. Una decena de ministerios y reparticiones públicas, municipios, universidades y privados han entregado su punto de vista sobre cuáles son los desafíos más relevantes en esta transición.
De hecho, el trabajo ha incluido la conformación de diversas mesas de trabajo, que discuten en profundidad temas específicos, como educación, incentivos, alineamientos de la economía, valorización energética, etc.
La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) ha sido una de las instituciones que ha aportado en el Comité Estratégico desde el sector privado, tanto con su dirección de Políticas Públicas como también con su spin -off, Sofofa Hub
Desde la gremial valoran el fin y la diversidad del proceso. “Creemos que resulta clave crear un marco regulatorio moderno, que fomenten la transición generando condiciones habilitantes e incentivos que faciliten la simbiosis industrial”, indicó en conversación con Empresas 2050 Alan García, Director de Sofofa Hub.
García aseguró que otra de las aristas principales es “articular un ecosistema de innovación que permita vincular a empresas, emprendedores, fondos de inversión y el mundo de la ciencia, para abordar juntos los principales desafíos de integración y transformación en las cadenas productivas”.
Para la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), también integrante de la comisión, la evaluación es sumamente positiva.
“Se entiende que en la transición hacia la economía circular van a seguir habiendo residuos que se van a ir a la valorización energética y la eliminación. Lo que busca ANIR es que esta perdida de materiales no sea tan alta“, planteó como meta a Empresas 2050 su gerente general, Alejandro Navech.
“Para eso, indudablemente, los primeros 10 años se tienen que generar todos los incentivos a las empresas para hacer tratamiento, pre tratamiento y valorización de los residuos, de tal manera que aparezca mucha capacidad instalada de recuperación, recolección, tratamiento y compostaje”, añadió Navech.
“Ha sido interesante y se agradece que el Ministerio lo haya hecho de manera participativa. Sin embargo -como cualquier proceso- no ha estado exento de oportunidades de mejora“, opinó por su parte Macarena Guajardo, presidenta de Fundación Basura, organización que aporta a la mesa desde la sociedad civil.
“Uno de los debates más importantes se ha dado en la valorización energética, dado que la incineración no corresponde a una estrategia circular. Desde la sociedad civil nos ha parecido que una estrategia como esta no tiene cabida. Afortunadamente, gracias a nuestra participación y la de distintas organizaciones, ha quedado fuera”, dijo Guajardo.
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La presidenta de Fundación Basura remarcó además la importancia de “la responsabilidad que tiene que tener el sector privado de dejar de vender productos y servicios basura. (…) Se le da mucha responsabilidad a las personas, pero también son las empresas quienes deben dejar de llenar los estantes de productos no reciclables”.
Según comentó Solway en el encuentro digital, la elaboración de la hoja de ruta incluyó una encuesta ciudadana, donde el 92% de los 4.300 encuestado se mostró más proclive a comprar un producto amigable con el medio ambiente, frente a uno que no lo es.
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