Neptuno, el último gigante del sistema solar, ha mantenido a la comunidad astronómica intrigada durante décadas con sus fenómenos atmosféricos inusuales. Esta vez, gracias a las observaciones del Very Large Telescope (VLT) de ESO, ubicado en el norte de nuestro país, astrónomos fueron testigos de un emocionante avance: la observación de una enigmática mancha oscura en la atmósfera del planeta, acompañada por un misterioso punto brillante.
Esta es una primicia histórica, marcando la primera vez que una mancha oscura en Neptuno ha sido observada con detalle utilizando un telescopio terrestre.
Manchas oscuras en Neptuno
👀 Astronomers have observed a large dark spot in Neptune’s atmosphere, with an unexpected smaller bright spot adjacent to it
Get the gist of the discovery in our #ESOCastLight video below.#BiteSizedAstronomy pic.twitter.com/1PYGM2KTOh
— ESO (@ESO) August 24, 2023
Las manchas oscuras son una rareza en los planetas gigantes y han sido previamente documentadas en Júpiter, el rey de las manchas con su icónica Gran Mancha Roja. En Neptuno, la primera mancha oscura fue descubierta en 1989 por la Voyager 2 de la NASA, aunque desapareció después de unos años.
La comunidad astronómica ha estado desconcertada por estos efímeros fenómenos oscuros, lo que llevó a un equipo liderado por Patrick Irwin, profesor de la Universidad de Oxford, a realizar investigaciones detalladas sobre su origen y naturaleza.
Los resultados del estudio, publicado en Nature Astronomy, revelan que las manchas oscuras en Neptuno no son simplemente claros en las nubes, como se había pensado anteriormente. En cambio, parecen ser formadas por partículas de aire que se oscurecen al mezclarse con hielos y nubes en una capa atmosférica situada debajo de la capa principal de neblina.
Este descubrimiento fue posible gracias a los datos recopilados por el VLT, que permitieron a los investigadores analizar la luz solar reflejada por Neptuno y su mancha en una variedad de colores o longitudes de onda.
El equipo utilizó el Multi Unit Spectroscopic Explorer (MUSE) del VLT para descomponer la luz solar en un espectro 3D, permitiéndoles estudiar la mancha con un detalle sin precedentes. Esto condujo a la determinación de la altura de la mancha en la atmósfera del planeta y ofreció información sobre la composición química de las distintas capas atmosféricas, arrojando luz sobre por qué la mancha aparecía oscura.
No solo encontraron manchas oscuras
El estudio también trajo un inesperado regalo: el descubrimiento de una nube brillante profunda, un tipo de nube nunca antes identificado ni siquiera desde el espacio. Esta peculiaridad apareció como un punto luminoso junto a la mancha oscura principal y estaba al mismo nivel en la atmósfera. Esto contrasta con las pequeñas nubes de hielo de metano observadas a altitudes superiores.
“Este avance es un asombroso impulso en la capacidad de la humanidad para observar el cosmos”, exclama Michael Wong, coautor del estudio.
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