La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ha revelado que durante este 2 de julio, a eso de las 19:14 horas, el Sol desató una enorme llamarada solar que provocó un breve apagón en las señales de radio en Estados Unidos y el Océano Pacífico.
NOAA indica en su sitio web que la llamarada se originó en una región activa de manchas solares llamada AR 3354, y fue tan potente que se catalogó como clase X, la categoría más poderosa.
En detalle, la llamarada llegó a X1.0 e ionizó la atmósfera superior del lado de la Tierra que miraba el Sol, esto es, en el oeste de Estados Unidos y el Océano Pacífico, generando así una interferencia de radio de alta frecuencia.
La llamarada solar más grande jamás registrada ocurrió hace 20 años y fue de X28.
Si bien este tipo de ionización a la atmosfera puede sonar grave, su impacto es leve, puesto que la llamarada se extinguió sin provocar severos daños en la Tierra.
Este tipo de actividad es bastante normal, ya que actualmente el Sol se encuentra en su Ciclo Solar 25, en camino a su máximo solar, que ocurrirá en julio de 2025.
Llamaradas solares
El Sol pasa por picos altos y mínimos de actividad, denominados máximo solar y mínimo solar, durante períodos de 11 años.
Una potente llamarada solar que alcance la Tierra podría provocar una desconexión en las comunicaciones globales, dejando al planeta incomunicado, sin GPS, internet y redes.
La comunidad científica aún no puede determinar completamente qué es lo que impulsa al Sol a tener estos ciclos, pero apuntan a que el campo magnético del Sol es el responsable de controlar su actividad y las manchas solares.
Cuando se produce un estallido de energía en las manchas solares, ocurre en las líneas de campo magnético que se rompen y se vuelven a conectar, manifestándose como una erupción solar. Entonces, cuantas más manchas solares se pueden observar en el Sol, los campos magnéticos son particularmente fuertes y provocan más llamaradas.
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