En las profundidades de la galaxia hay agujeros negros que se alimentan de grandes cantidades de materia, atraídas por su fuerza de gravedad. Desde Chile, el Observatorio Europeo Austral (ESO) logró captar uno de estos agujeros supermasivos, el cual tiene seis galaxias atrapadas en su órbita.
Usando el VLT (Very Large Telescope), ubicado en el desierto de Atacama, los astrónomos lograron por primera vez detectar este tipo de agrupación tan apiñada en un momento cercano al Big Bang, ya que estas galaxias están atrapadas en la red de un antiguo agujero negro, que según los cálculos de los expertos tiene menos de mil millones de años.
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“El hallazgo nos ayuda a entender mejor cómo se formaron y crecieron de una forma tan rápida los agujeros negros supermasivos (uno de los cuales existe en el centro de nuestra Vía Láctea) hasta alcanzar sus inmensos tamaños actuales”, indicaron desde el ESO en su sitio web.
La media docena de galaxias está ubicada dentro de una “tela de araña cósmica de gas que se extiende a más de 300 veces el tamaño de la Vía Láctea”.
“Los filamentos de esta red cósmica son como los hilos de una tela de araña (…) Las galaxias permanecen y crecen donde los filamentos se cruzan”, señaló Marco Mignoli, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) y autor principal del estudio que fue publicado en la revista científica Astronomy & Astrophysics Letters.
Desde la institución manifestaron que este descubrimiento apoya la teoría de que los agujeros negros pueden crecer rápidamente dentro de grandes estructuras similares a una red, las cuales contienen grandes cantidades de gas para alimentarlos.
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“Nuestro trabajo ha colocado una pieza importante en el rompecabezas, en gran parte incompleto, de la formación y el rápido crecimiento tras el Big Bang de objetos tan extremos, aunque relativamente abundantes”, afirmó Roberto Gilli, coautor de la investigación.
En Chile actualmente se encuentra en construcción el telescopio Extremely Large (ELT), nombrado por el ESO como “el ojo más grande del mundo en el cielo”, el cual permitirá observar galaxias más débiles alrededor de enormes agujeros negros.
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