(CNN) – Unos 4,4 millones de objetos espaciales a miles de millones de años luz de distancia han sido mapeados por astrónomos, incluido 1 millón de objetos espaciales que no habían sido vistos antes.
La gran mayoría de estos objetos son galaxias que albergan agujeros negros masivos o nuevas estrellas en rápido crecimiento. Otros descubrimientos incluyen grupos colisionantes de galaxias distantes y estrellas ardiendo, que varían en brillo, dentro de la Vía Láctea, según un comunicado de prensa de la Universidad de Durham en Inglaterra.
Las observaciones se hicieron analizando una gran cantidad de datos del sensible telescopio Low Frequency Array, conocido como LOFAR, que está utilizando radiofrecuencias bajas para observar aproximadamente una cuarta parte del cielo del hemisferio norte y catalogarlo con gran detalle. Es operado por ASTRON, el Instituto Neerlandés de Radioastronomía.
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Desvelando secretos del universo
Este lote de datos es el segundo del estudio del cielo LOFAR en hacerse público y cubre 13 veces el área de la primera versión, que registró las señales de radio de casi 300.000 galaxias y otros objetos espaciales.
La radioastronomía es otra forma de revelar los secretos del universo, en particular los objetos que no se pueden ver con ondas de luz visibles, como los agujeros negros.
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“Cada vez que creamos un mapa, nuestras pantallas se llenan de nuevos descubrimientos y objetos que nunca antes habían sido vistos por los ojos humanos. Explorar los fenómenos desconocidos que brillan en el enérgico universo radiofónico es una experiencia increíble y nuestro equipo está encantado de poder publicar estos mapas públicamente”, dijo el astrónomo Timothy Shimwell, científico asociado deASTRON y la Universidad de Leiden, en el comunicado.
Esta publicación de datos fue solo el 27 % de toda la encuesta, dijo Shimwell.
“Anticipamos que conducirá a muchos más avances científicos en el futuro, incluido el examen de cómo crecen las estructuras más grandes del universo, cómo se forman y evolucionan los agujeros negros, la física que rige la formación de estrellas en galaxias distantes e incluso detallando las fases más espectaculares de la vida de las estrellas en nuestra propia Galaxia”, dijo.
Para mapear los objetos espaciales, los científicos utilizaron algoritmos en computadoras de alto rendimiento en toda Europa para procesar 3.500 horas de observaciones. Esta hazaña de procesamiento de datos requirió una potencia informática equivalente a aproximadamente 20.000 portátiles.
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