Al contrario de lo que se creía hasta ahora, científicos han manifestado que la Luna tendría más agua de lo que se podría esperar.
Científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks, en Estados Unidos, han propuesto una nueva teoría para explicar cómo los polos lunares serían capaces de albergar minerales ricos en agua.
La explicación más aceptada de cómo llegó el agua a la Luna es que la mayor parte fue provocada por impactos de cometas y asteroides durante miles de millones de años, depositándose como iones de hidrógeno y oxígeno del viento solar.
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¿Qué dice la nueva teoría?
El equipo estadounidense cree que durante unos días -todos los meses- llueve desde la atmósfera de la Tierra hacia la Luna.
¿Cómo sucede esto? El equipo explica que el campo magnético de nuestro planeta crea una burbuja a su alrededor, conocida como magnetosfera, que nos protege de los rayos cósmicos.
Al ser redonda, esta experimenta también un fenómeno similar a los cometas y tiene una especie de cola. Durante cinco días al mes, la Luna pasa por ahí.
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En el estudio, publicado en Scientific Reports, describen que algunas de estas líneas del campo magnético se encuentran rotas -no están conectadas al planeta-, lo que permite el paso de iones de hidrógeno y oxígeno hacia el espacio.
“Es como si la Luna estuviera en la ducha: una lluvia de iones de agua que regresan a la Tierra y caen sobre la superficie de la Luna”, indicó Gunther Kletetschka, investigador principal, en un comunicado.
Se calcula que este proceso podría haber arrojado unos 3.500 km3 de agua en los polos lunares.
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