(CNN) – Es posible que esté fluyendo agua sobre la superficie de un planeta colosal que se encuentra a unos 120 años luz de la Tierra, según nueva evidencia descubierta por el Telescopio Espacial James Webb.
La investigación realizada con el observatorio espacial, uno de los instrumentos astronómicos más avanzados en funcionamiento, reveló que el exoplaneta K2-18b puede tener algunas características clave de un planeta que podría albergar masas de agua y vida.
El exoplaneta, que orbita de cerca la fría estrella enana K2-18, se encuentra dentro de la zona habitable de la estrella, o Ricitos de Oro, y es 8,6 veces más masivo que la Tierra. Un análisis de las observaciones de Webb encontró que el planeta tiene abundante metano y dióxido de carbono en su atmósfera.
La presencia de estas moléculas portadoras de carbono, junto con la escasez de amoníaco, podría indicar una atmósfera rica en hidrógeno que rodea un mundo oceánico, según un comunicado de prensa de la NASA.
El carbono se considera el componente básico de las formas de vida en la Tierra.
El Telescopio Espacial Hubble detectó inicialmente evidencia de vapor de agua en la atmósfera del exoplaneta. El hallazgo, descrito en un estudio de septiembre de 2019, ayudó a los científicos a centrarse en K2-18b para realizar más estudios.
El telescopio Webb, que puede detectar luz infrarroja invisible al ojo humano, buscó exactamente qué elementos se encuentran en la atmósfera del planeta.
Y las últimas observaciones del planeta también sugieren que una molécula muy especial, llamada sulfuro de dimetilo, podría estar presente en K2-18b.
En la Tierra, el sulfuro de dimetilo “sólo lo produce la vida”, según la NASA. “La mayor parte del DMS en la atmósfera de la Tierra es emitido por el fitoplancton en ambientes marinos”.
Sin garantías
Los investigadores no están sugiriendo abiertamente que K2-18b esté plagado de vida extraterrestre. Se necesitan más investigaciones para confirmar la presencia de sulfuro de dimetilo, dijo en un comunicado el astrónomo Nikku Madhusudhan, profesor de astrofísica y ciencias exoplanetarias en la Universidad de Cambridge. Madhusudhan es el autor principal de un nuevo artículo científico que describe los hallazgos y que ha sido aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal Letters .
E incluso si los científicos corroboran la presencia del compuesto químico, eso no garantiza que existan formas de vida allí.
Pero esta nueva evidencia amplía la comprensión de los científicos sobre exoplanetas similares a K2-18b.
Mundos oceánicos calientes
Los descubrimientos sobre su composición atmosférica sugieren que podría ser un “exoplaneta Hycean”, un tipo teórico de exoplaneta que se calienta pero está cubierto de océanos y tiene una atmósfera rica en hidrógeno.
Donde hay océanos líquidos, existe la posibilidad de que haya vida, pero los investigadores aún no están seguros de que estos planetas Hycean puedan albergar vida. Un estudio de agosto publicado en The Astrophysical Journal, por ejemplo, sugiere que sufrirían un devastador efecto invernadero.
Todavía no hay exoplanetas Hycean confirmados. Y no hay ningún planeta como K2-18b en nuestro propio sistema solar, y eso hace que los planetas como este sean “poco entendidos”, según la NASA.
La “naturaleza de sus atmósferas es un tema de debate activo entre los astrónomos”, dijo la agencia espacial en un comunicado de prensa.
Pero los investigadores involucrados en el análisis de estas recientes observaciones de K2-18b enfatizaron que es esencial seguir desentrañando sus misterios.
“Nuestro objetivo final es la identificación de vida en un exoplaneta habitable, lo que transformaría nuestra comprensión de nuestro lugar en el universo”, dijo Madhusudhan. “Nuestros hallazgos son un paso prometedor hacia una comprensión más profunda de los mundos Hycean en esta búsqueda”.
Los investigadores planean seguir utilizando el telescopio Webb para estudiar el planeta distante e intentar validar aún más los nuevos hallazgos.
“Estos resultados son producto de sólo dos observaciones de K2-18 b, y hay muchas más en camino”, dijo en un comunicado el astrónomo Savvas Constantinou, estudiante de doctorado en astrofísica de la Universidad de Cambridge y coautor del último estudio. “Esto significa que nuestro trabajo aquí no es más que una demostración temprana de lo que Webb puede observar en exoplanetas de zonas habitables“.
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