Los astrónomos que trabajan con el Telescopio Espacial James Webb (JWST) han hecho un hallazgo sorprendente: una galaxia masiva tan antigua que su existencia desafía las nociones actuales sobre la formación del universo.
Según un estudio reciente publicado en la revista Nature, esta galaxia quiescente, ZF-UDS-7329, contiene una cantidad de estrellas que supera a nuestra propia Vía Láctea, a pesar de haberse formado solo 800 millones de años después del Big Bang. Este descubrimiento plantea interrogantes fundamentales sobre cómo se unió sin la influencia gravitatoria de la materia oscura, lo cual se consideraba esencial para la formación de estructuras cósmicas.
La coautora del estudio, Claudia Lagos, astrónoma del Centro Internacional de Radioastronomía, señaló que “la formación de galaxias está en gran medida dictada por cómo se concentra la materia oscura“. Este hallazgo desafía el modelo estándar de cosmología, ya que sugiere que estas galaxias extremadamente masivas se formaron sin depender de la materia oscura, cuya presencia es crucial en la formación de estructuras cósmicas.
La materia oscura, invisible pero omnipresente en el universo, constituye aproximadamente una cuarta parte del mismo, superando en gran medida a la materia observable. Su influencia gravitatoria es crucial en la formación de galaxias y otras estructuras cósmicas, y se creía que desempeñaba un papel central desde los primeros momentos del universo.
Según los modelos cosmológicos aceptados hasta ahora, las galaxias se formaban alrededor de concentraciones de materia oscura llamadas halos de materia oscura. Sin embargo, el descubrimiento de ZF-UDS-7329 desafía esta noción, ya que existió en un momento en el que los halos de materia oscura aún no habrían tenido tiempo de formarse.
Este hallazgo, aunque impactante, necesita ser respaldado por más evidencia antes de que se pueda reconsiderar por completo la cosmología actual. Sin embargo, gracias a tecnologías avanzadas como el Telescopio Espacial James Webb, estamos descubriendo más de estas rarezas cósmicas que desafían nuestras concepciones previas.
Según reportó Futurism, el coautor del estudio, Themiya Nanayakkara, astrónomo de la Universidad de Tecnología de Swinburne, señaló que este descubrimiento “amplía los límites de nuestra comprensión actual sobre cómo se forman y evolucionan las galaxias“. Esto sugiere que aún queda mucho por descubrir sobre los misterios del universo y la naturaleza de su evolución.
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