El transbordador espacial Shenlong de China, lanzado sobre un cohete Long March 2F, está en su tercera misión orbital desde 2020. Aunque se presume que es una nave no tripulada, recientes maniobras han generado preocupación entre expertos en defensa espacial sobre posibles usos antisatélite.
En junio, el Shenlong liberó un objeto desconocido, se desplazó varios kilómetros y luego regresó a su posición original. Según reportó Futurism, Marco Langbroek, profesor de situacional espacial en la Universidad Tecnológica de Delft, sugiere que estas maniobras podrían tener aplicaciones militares, como la inspección cercana o la desactivación de satélites enemigos. “Es obvio que tiene una aplicación militar, incluyendo, por ejemplo, inspeccionar de cerca objetos del enemigo o desactivarlos“, dijo Langbroek.
El Shenlong comparte similitudes con el transbordador espacial X-37B del ejército de los Estados Unidos, que ha realizado experimentos similares. Victoria Samson, de la Secure World Foundation, señala que estas similitudes son significativas, aunque insta a la cautela. “No creo que ninguno de los dos tenga mucha utilidad militar, para ser honesta. Adivino que ambos son demostradores tecnológicos“, comentó Samson.
El General Stephen Whiting, del Comando Espacial de Estados Unidos, expresó preocupación por las actividades espaciales de China, indicando que cualquier actividad podría tener un uso dual en la seguridad nacional. “Siempre estamos interesados en entender cuál podría ser ese uso dual y tratar de asegurarnos de que tenemos un buen conocimiento de eso”, afirmó Whiting.
Funcionarios indios también comparten estas preocupaciones. Un alto funcionario militar indio declaró a Reuters: “La nave espacial en cuestión es definitivamente alarmante. Cosas como esta siempre pueden tener propósitos duales“.
Mientras el Shenlong continúa sus misiones, la comunidad internacional permanece atenta a sus desarrollos y posibles implicaciones para la seguridad espacial global.
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