En casi tres décadas de observaciones y análisis de Neptuno, por primera vez, científicos han visto como las nubes de Neptuno han desaparecido.
Como un acto completamente sorprendente, el equipo de astrónomos dirigido por la Universidad de California (UC) en Berkeley, Estados Unidos, ha encontrado que las abundantes nubes de este planeta comenzaron a desvanecer en 2019.
Analizando imágenes capturadas desde 1994 hasta 2022, a través del Observatorio WM Keck, ubicado en Hawái, el Observatorio Lick, en California, y el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, el equipo observó como en estos años las nubes del gigante de hielo han desaparecido, a excepción de las que aún se mantienen en el polo sur.
Los datos revelaron algo increíble, los cambios en la capa de las nubes estaría relacionado con el ciclo solar.
Pero, ¿cómo esto puede ser posible si Neptuno es el planeta más alejado del Sol?
El equipo dice que cuando el Sol emite luz ultravioleta (UV) más intensa, las llamadas Lyman-alfa de hidrógeno, estas aparecen en Neptuno unos dos años después.
La correlación entre este fenómeno y la carencia o abundancia de nubes es positiva según la investigación publicada en la revista Icarus.
“Nuestros hallazgos respaldan la teoría de que los rayos UV del Sol, cuando son lo suficientemente fuertes, pueden desencadenar una reacción fotoquímica que produce las nubes de Neptuno“, dijo Ikme de Pater, autora principal del estudio y profesora emérita de astronomía en UC.
El artículo dice que la conexión entre el ciclo solar y el clima nublado se deriva de 2,5 ciclos de actividad de nubes registradas durante 29 años.
“Durante este tiempo, la reflectividad del planeta aumentó en 2002 (brillo máximo), luego se atenuó (brillo mínimo) en 2007, volvió a ser brillante en 2015 y luego se oscureció en 2020 al nivel más bajo jamás observado, que es cuando la mayoría de las nubes desaparecieron”, detallan los autores.
Utilizando el telescopio espacial James Webb, el equipo observó en junio de 2023 nuevamente a Neptuno y corroboró la desaparición de las nubes.
Si bien aún se necesitan más estudio y observaciones a Neptuno para confirmar si esta hipótesis es correcta o puede ser provocada por otros factores, como que la fluctuación de los Lyman-alfa de hidrógeno podrían oscurecerlas nubes, reduciendo así el brillo característico que tiene el planeta.
Recordemos que las tormentas que ocurren en este plantea se elevan desde la atmosfera profunda y terminan afectando las capas de nubes y al no está relacionas con las nubes producidas fotoquímicamente, podría complicar los estudios de la correlación con el ciclo solar.
Si bien se trata de un emocionante hallazgo, esto ayudará a profundizar la comprensión no solo de Neptuno, sino también de los exoplanetas.
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