A días de haber anunciado su retiro de la Estación Espacial Internacional (EEI), Rusia ha presentado un diseño previo de cómo sería su próxima Estación de Servicio Orbital Rusa (ROSS, por sus siglas en inglés), una que podría entrar en funcionamiento a finales de esta década.
Luego de la noticia de que Rusia dejaría la EEI luego de 2024, no creíamos que la construcción de su estación orbital se realizaría con tanta rapidez.
Pero según lo publicado por la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos, por sus siglas en inglés), se espera que la primera fase del ensamblaje se realice en 2028. Esto incluye un módulo central, un posible barco de suministro y un nuevo vehículo de transporte.
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Si todo sale según lo planeado, se espera que la segunda fase inicie en 2030, en la cual se agregarán dos módulos grandes.
El director de vuelo del segmento ruso en la EEI, Vladimir Solovyov, detalló en una entrevista que se necesita “decidir qué hacer en el futuro y comenzar a trabajar en los programas tripulados que se implementarán después de este período. Recientemente, ha habido una tendencia a aumentar el tiempo que dedican los cosmonautas al mantenimiento y reparación de los sistemas a bordo, que han agotado sus recursos. La tripulación tiene cada vez menos tiempo para realizar experimentos científicos“.
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Se espera que los científicos puedan realizar investigaciones que incluyen:
- Física de rayos cósmicos.
- Tecnología espacial.
- Ciencia en materia espaciales, incluida la nanotecnología.
- Probar robots.
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Roscosmos dice que ROSS no tendrá una posición fija, ya que puede encontrarse en una órbita de 51,6 grados -similar a la de la EII- o a una órbita casi polar de 97 grados. Todo esto dependerá de Rusia y los sitios de lanzamiento.
Si bien el modelo presenta una poderosa estación espacial, incluso más grande que la china, esto demuestra las motivaciones especiales que tiene Rusia.
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