Luego de que la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) lanzaran al espacio en conjunto el telescopio James Webb este sábado, el centro de exploración del viejo continente ha anunciado sus planes de desarrollo para su base lunar que pretende instalar en la próxima década.
Y es que como los planes son ambiciosos. Científicos de la Universidad Tecnológica de Tallin (TalTech) se han encargado de desarrollar una propuesta para un aspecto central del funcionamiento del asentamiento lunar: la electricidad.
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A través de paneles fotovoltaicos especialmente diseñados para el proyecto espacial, se podría proveer de electricidad para todo el lugar.
Según explican desde TalTech en su página web, “la batería constaría de miles de cristales con un diámetro de 50 micrómetros. Los microcristales son un material absorbente que se recubre con un amortiguador y una capa de ventana para formar una transición”.
Además, aseguran que el grosor de estos paneles fotovoltaicos sería comparable como el papel de lijar. La principal razón para desarrollarlo sería que los elementos base serían hierro, azufre y piedra pirita, el cual sería rápido de poder reparar debido a su disponibilidad.
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A su vez, teniendo en cuenta de que estos elementos serían tan abundantes en la luna y presuntamente en Marte, abre nuevos proyectos para desarrollar otras misiones en el espacio.
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