(CNN) — Un cometa con un núcleo más grande que el estado de Rhode Island se dirige hacia nosotros, pero la Tierra no está en peligro de una situación de Don’t Look Up, dicen los astrónomos.
Aunque los cometas son más reconocibles por sus colas flotantes, que pueden extenderse por millones de millas, el corazón de un cometa es su núcleo sólido. Este núcleo está hecho de hielo y polvo, que forma una sucia bola de nieve.
Si bien la mayoría de los núcleos de cometas conocidos miden unas pocas millas de diámetro, los astrónomos que utilizan el telescopio espacial Hubble detectaron el cometa C/2014 UN271 con un núcleo que alcanza las 85 millas de diámetro. Eso es más del doble del ancho de Rhode Island.
Este núcleo es unas 50 veces más grande que los de otros cometas, y tiene una masa estimada de 500 billones de toneladas, que es 100.000 veces mayor que la masa de un cometa típico.
El cometa se mueve a 35.405 millas por hora desde el borde de nuestro sistema solar y hará su acercamiento más cercano a nosotros en 2031. Pero nunca se acercará a menos de mil millones de millas del sol, solo un poco más lejos que la distancia entre la Tierra y Saturno.
El cometa fue descubierto por los astrónomos Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein mientras observaban imágenes de archivo tomadas por el Dark Energy Survey en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo en Chile. El cometa se observó por primera vez en 2010 y también se conoce como cometa Bernardinelli-Bernstein en honor a sus descubridores. Desde entonces, los astrónomos han observado el cometa con telescopios terrestres y espaciales.
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En enero, los investigadores utilizaron el telescopio espacial Hubble para tomar cinco fotografías del cometa. Las imágenes son parte de un nuevo estudio publicado el martes en The Astrophysical Journal Letters.
“Este cometa es literalmente la punta del iceberg de muchos miles de cometas que son demasiado débiles para verlos en las partes más distantes del sistema solar”, dijo el coautor del estudio David Jewitt, profesor de ciencia planetaria y astronomía en la Universidad de California, Los Ángeles, en un comunicado. “Siempre hemos sospechado que este cometa tenía que ser grande porque es muy brillante a una distancia tan grande. Ahora confirmamos que lo es”.
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Los cometas son reliquias de los primeros días del sistema solar, restos helados de la formación de los planetas. La gravedad de los planetas más grandes expulsó cometas a la Nube de Oort, y la nube es ahora el hogar de cometas distantes en el borde de nuestro sistema solar que se extiende hacia el espacio profundo. Los cometas viajan de regreso hacia el sol cuando sus órbitas experimentan el tirón gravitacional de las estrellas que pasan.
En unos pocos millones de años, la órbita del cometa Bernardinelli-Bernstein lo devolverá a la Nube de Oort.
“Este es un objeto asombroso, dado lo activo que es cuando todavía está tan lejos del Sol”, dijo en un comunicado el autor principal Man-To Hui, profesor asistente de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao en Taipa, Macao. “Supusimos que el cometa podría ser bastante grande, pero necesitábamos los mejores datos para confirmarlo”.
El equipo de investigación utilizó los datos del Hubble para distinguir el núcleo del cometa de la coma, o la envoltura polvorienta que rodea a un cometa a medida que se acerca al sol.
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El calor del sol calienta el cometa a medida que se acerca, lo que hace que partes de él se sublimen o pasen de sólido a gas. Este coma nublado es la razón por la que los cometas se ven borrosos cuando los vemos a través de telescopios.
El análisis del equipo no solo reveló el tamaño del núcleo, sino también el hecho de que es más oscuro que el carbón, dijo Jewitt.
El cometa experimenta una órbita de forma ovalada de 3 millones de años. Ahora está a menos de dos mil millones de millas de nuestro sol.
Los astrónomos esperan que el estudio del cometa Bernardinelli-Bernstein pueda revelar más sobre la Nube de Oort, cuya primera hipótesis fue formulada por el astrónomo holandés Jan Oort en 1950. La nube sigue siendo una teoría porque está demasiado distante para ser observada, por lo que la estructura más grande de nuestro sistema solar es esencialmente invisible.
Las naves espaciales Voyager de la NASA no llegarán a la Nube de Oort interior hasta dentro de 300 años, y les podría llevar 30.000 años atravesarla. Pero cada cometa que se acerca al sol revela más detalles sobre su misterioso hogar.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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