(CNN) – Los astrónomos descubrieron un nuevo tipo de objeto estelar que podría cambiar la comprensión de los cuerpos celestes extremos del universo.
Inicialmente, Tyrone O’Doherty, estudiante de doctorado de la Universidad de Curtin, divisó un objeto espacial celeste giratorio en marzo de 2018.
El objeto desconocido liberó ráfagas gigantes de energía y emitió radiación tres veces por hora.
En esos momentos, se convertía en la fuente más brillante de ondas de radio visible desde la Tierra a través de radiotelescopios, actuando como un faro celeste.
Los investigadores pensaron que podría tratarse del remanente de una estrella colapsada, ya sea una densa estrella de neutrones o una estrella enana blanca muerta, con un fuerte campo magnético. O tal vez se trataba de algo totalmente distinto.
Tras publicar un estudio que describía la observación en enero de 2022, O’Doherty y un equipo de astrónomos del nodo de la Universidad de Curtin del Centro Internacional de Investigación Radioastronómica (ICRAR, por sus siglas en inglés), en Australia, comenzaron a buscar otro ejemplo.
“Nos quedamos perplejos”, explica en un comunicado la Dra. Natasha Hurley-Walker, profesora titular del nodo de la Universidad de Curtin del ICRAR. “Así que empezamos a buscar objetos similares para averiguar si se trataba de un hecho aislado o solo la punta del iceberg”.
El equipo observó el cielo utilizando el Murchison Widefield Array, un radiotelescopio en Wajarri Yamaji Country, en el interior de Australia Occidental, entre julio y septiembre de 2022.
Los científicos descubrieron un objeto a 15.000 años luz de la Tierra en la constelación de Scutum. El objeto, bautizado como GPM J1839-10, emitía ondas de radio cada 22 minutos. Las ráfagas de energía duraban hasta cinco minutos.
Los astrónomos creen que podría tratarse de un magnetar, es decir, un tipo de estrella poco común con campos magnéticos extremadamente fuertes que es capaz de liberar ráfagas potentes y llenas de energía.
Pero si se trata de un magnetar, se escapa de la descripción habitual, ya que todos los magnetares conocidos liberan energía en cuestión de segundos o, como mucho, en unos minutos.
El estudio que detalla el descubrimiento se publicó este miércoles en la revista académica Nature.
“Este extraordinario objeto desafía nuestra comprensión de las estrellas de neutrones y los magnetares, que son algunos de los objetos más exóticos y extremos del Universo”, declaró Hurley-Walker, autora principal del nuevo informe.
Para las observaciones de seguimiento del objeto recién descubierto se utilizaron otros telescopios terrestres y espaciales, como el radiotelescopio MeerKAT de Sudáfrica y el telescopio espacial XMM-Newton.
Pulsos potentes de un objeto lento
Las observaciones adicionales proporcionaron más detalles sobre la ubicación exacta y las características del posible magnetar, que los astrónomos utilizaron para buscar en los archivos de radiotelescopios operativos desde hace décadas.
“Apareció en observaciones del radiotelescopio Giant Metrewave de la India y el Very Large Array de EE.UU. tenía observaciones que se remontaban a 1988”, explica Hurley-Walker.
“Fue un momento increíble para mí. Yo tenía cinco años cuando nuestros telescopios registraron por primera vez los impulsos de este objeto, pero nadie se fijó en él y permaneció oculto en los datos durante 33 años. No lo vieron porque no esperaban encontrar nada parecido”.
Algunos magnetares existen por debajo de lo que se denomina “línea de la muerte”, lo que significa que sus campos magnéticos son demasiado débiles para liberar emisiones energéticas de ondas de radio. Eso no parece aplicarse al GPM J1839-10, que gira lentamente.
“El objeto que hemos descubierto gira demasiado despacio para producir ondas de radio: está por debajo de la línea de la muerte”, explica Hurley-Walker.
“Suponiendo que sea un magnetar, no debería ser posible que este objeto produjera ondas de radio. Pero las estamos viendo. Y no estamos hablando solo de un pequeño parpadeo de emisión de radio. Cada 22 minutos, emite un pulso de cinco minutos de energía de longitud de onda de radio, y ha estado haciendo eso durante al menos 33 años. Sea cual sea el mecanismo que está detrás de esto, es extraordinario”.
Aunque el descubrimiento plantea interrogantes sobre cómo se forman y evolucionan los magnetares, también podría estar relacionado con otros fenómenos cósmicos misteriosos, como los estallidos rápidos de radio.
Los intensos estallidos de ondas de radio de milisegundos de duración tienen orígenes desconocidos, pero los magnetares han sido señalados como una posible causa.
El equipo observará más a GPM J1839-10 en el futuro, y continuará la búsqueda de más objetos similares para determinar si se trata simplemente de magnetares inusuales o de algo más.
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